domingo, 18 de noviembre de 2018

Activismo y Ciencias Sociales



- La Historia Jamás Contada -

Hay épocas en las que un determinado estado de ánimo -Zeitgeist-, despierta en mucha gente el deseo de sumarse ACTIVAMENTE a algún proyecto o iniciativa que, por eso mismo, se convierte en uno de repercusiones sociales, cualquiera haya sido su intención o sentido originales. La Historia está plagada de ejemplos de ello.

Ahora mismo, nos encontramos en la fase de resolución de la curva de uno de ellos: la (aparentemente) inminente transformación radical de la Sociedad, nada menos que la UTOPÍA a la vuelta de la esquina, que ha conseguido llevar, cuando menos a sus más fervorosos creyentes, a comprometerlo todo con tal de ver realizadas sus más caras ambiciones no sólo políticas sino también existenciales, pues lo hacen con la esperanza de finalmente encontrar un sentido trascendente a su vida.

Ya he señalado en artículos anteriores el carácter religioso de esta entrega, fenómeno bastante estudiado por los especialistas, principalmente en Historia y Psicología Social, cada una con el respectivo bagaje teórico e instrumental técnico para hacerlo de manera sistemática y, sobre todo, PRODUCTIVA, más allá del acostumbrado comentario u opinión meramente periodístico. (El Periodismo, estrictamente hablando, no puede hacer más que "describir los hechos o transcribir los dichos".)

Pero en la dura realidad, el activismo voluntarista no basta para lograr las metas, por loables que sean. Incluso puede resultar contraproducente no sólo para los sujetos que tan vehementemente lo asumen, sino para todos los que comparten su hábitat político, pues ni unos ni otros cuentan con alguna manera hasta cierto punto confiable, de evaluar las consecuencias OBJETIVAS a mediano y largo plazo, que acarrean los actos y omisiones de los “activos”. 

Aquí es donde el enfoque científico-social adquiere toda su importancia práctica, siendo de elemental sentido común incorporarlo sea al proyecto mismo -en caso de estar pensando incorporarse a él- como, desde el bando contario, a su CRÍTICA, algo que no se logra con la simple intuición, ni siquiera la de los periodistas más escépticos, sagaces o curtidos. Requiere de una muy desarrollada capacidad de abstracción que permita ir más allá de lo simplemente dado o existente, la “schlechte Unmittelbarkeit” –“mala inmediatez”- de Hegel y relacionarlo con referentes más lejanos que los enmarquen adecuadamente.

Una vez garantizada esta condición, lo siguiente es empezar a hacer uso de lo que ya se sabe académicamente al respecto y tratar de extraer conclusiones relevantes o cuando menos formular preguntas más significativas acerca de la situación actual. Ciertamente suena complicado y tal vez hasta desalentador plantearlo así, pero en la medida que adelantemos en el proceso, más claras nos irán resultando las cosas y habrá valido el esfuerzo.

De otro modo nos “dormiremos en nuestros laureles” y, una vez más, la Historia pasará de largo, sin que podamos hacer nada para cambiarla a pesar de haberle "echado todas las ganas", confiando en que un Alguien providencialmente nos estaba guiando, pues lo que no hagamos CONSCIENTEMENTE nosotros por nosotros mismos, nadie lo hará si no es que en su PROPIO BENEFICIO y al final en DETRIMENTO NUESTRO.


Fernando Acosta Reyes (@ferstarey) es fundador de la Sociedad Investigadora de lo Extraño (SIDLE), músico profesional y estudioso  de los comportamientos sociales.

Imagen: rolandoastarita.blog