Las primeras descripciones datan de hace más de un siglo. Hacia 1900 ya se conocían algunos principios sobre la sobre nefrotoxicidad. La mayor parte de los conocimientos modernos sobre la fisiopatología y manejo de la enfermedad solo comenzaron a emerger durante la segunda guerra mundial en la que el 10% de los heridos desarrolló Insuficiencia Renal Aguda y nueve de cada diez fallecieron.
A pesar de que ha habido grandes adelantos tecnológicos para el manejo de la Insuficiencia Renal Aguda y del impresionante progreso cuantitativo y cualitativo en el soporte que puede brindársele a pacientes críticos en las unidades de cuidados intensivos, la insuficiencia renal se presenta en10 – 30% de estos enfermos y su mortalidad continua alrededor del 50%. La causa principal de la falta de mejores resultados es la mayor edad para los pacientes que la presentan.
Diálisis es la principal y más frecuente estrategia usada para el manejo de insuficiencia renal. Se aplica hace más de 50 años pero fue durante la guerra de Corea cuando comenzó a popularizarse y a refinarse los métodos para realizarla.
En el Reino Unido, el fallo renal agudo debido a la necrosis tubular aguda (ATN) fue reconocida en los años 1940, en donde las víctimas de aplastamiento durante la Batalla de Inglaterra desarrollaron necrosis desigual de los túbulos renales, conduciendo a una disminución repentina de la función renal.
En el año 2002 se publicó una clasificación de la enfermedad renal crónica independiente de la causa de la enfermedad. Esta clasificación en cinco estadios facilitó la puesta en marcha de planes de acción en cuanto al cuidado de la enfermedad renal crónica, con el desarrollo de guías diagnósticas y recomendaciones terapéuticas.
Los pacientes con insuficiencia renal crónica requieren consideraciones específicas previas al tratamiento odontológico, en especial en relación con el sangrado, riesgo de infección y medicación. De acuerdo con la condición clínica del paciente debe establecerse un programa de mantenimiento dental y periodontal ineludible cada 3 meses.
Imagen: Radiografía panorámica de paciente con osteodistrofia renal destacándose la pérdida de la línea cortical, y el aspecto de vidrio esmerilado (cortesía de la Dra. María Herminia Bellorín)
Museo de Odontología BUAP.
Publicado Originalmente En Saber Sin Fin El 15 de febrero de 2017
