martes, 5 de diciembre de 2017

Odontología en la Baja Edad Media en Europa Occidental: Siglo XIII – XVI: El auge de la cirugía.



Desde los primeros tiempos de la iglesia, el tratamiento medico había sido en su mayor parte de los monjes. El edicto de Tours de 1163 introdujo un cambio fundamental, como ya hemos señalado. 

Ya que los monjes tenían prohibido realizar operaciones, esta tarea cao a manos de los barberos que hasta entonces habían asistido a los monjes en sus tareas quirúrgicas. Los barberos acudían con frecuencia a los monasterios, sobre todo después del año 1092, cuando se prohibieron las barbas, afeitando a los monjes a quienes cortaban el pelo de acuerdo con la tonsura de cada orden, de ahí su nombre: barbitonsoribus. Estos pronto ampliaron el campo de sus actividades, realizando muchos tipos de cirugía como batir cataratas, extraer piedras de la vejiga, abrir abscesos, practicar sangrías y extraer muelas.
En Alemania, el barbero era a menudo el encargado de las casas de los baños públicos (balneator) que además de poner ventosas y practicar sangrías, daba enemas y extraía muelas. Ponía de manifiesto su saber por la habilidad con la que afilaba sus cuchillos y hojas de afeitar y por la forma en que preparaba sus remedios y emplastos. Los cirujanos profesionales surgieron de estos barberos de la Europa Medieval, como puede deducirse de lo que paso en Francia. En Paris, en el año 1210 se organizó el gremio de los barberos, como algunos de sus miembros pretendían tener más conocimientos que los demás, se produjo una división entre cirujanos (cirujanos de bata larga) y barberos llanos (también llamados barberos cirujanos o cirujanos de bata corta). Varios decretos reales del siglo XIV prohibieron a los miembros de este último grupo practicar la cirugía sin examinarse de antemano ante los miembros del primer grupo. Amos practicaban, a veces, las mismas operaciones, por ejemplo sangrías, y extracción de muelas. Sin embargo, con el tiempo, poner ventosas, dar enemas, aplicar sanguijuelas y extraer dientes se convirtieron en actividades exclusivas de los barberos.
Los primeros cirujanos en adquirir fama en su campo escribieron extensamente sobre su trabajo y sus tratados sirvieron de guía para las generaciones sucesivas de practicantes. Los primeros fueron Roger de Salerno y Rolando de Parma, que vivieron a finales del siglo XII y principios del XIII, respectivamente, Sus trabajos fueron copiados repetidas veces en los años sucesivos, y la multitudes de glosas y comentarios sobre ellos nos proporcionan una interesante imagen del tratamiento odontológico en estos tiempos. Expresando la opinión de los especialistas desde los tiempos de Hipócrates, recomendaban evitar las extracciones de muelas, salvo como último recurso, debido al peligro que comportaban y aconsejaban en cambio la fumigación y la cauterización. En sus tratados encontramos polémicas sobre el tratamiento de fracturas y luxaciones mandibulares, sangrado de las venas debajo de la lengua y los ya muy familiares remedios para el dolor de muelas, entre los cuales mencionan la inserción de estiércol de despojos dentro de la muela cariada.

Bibliografía:
Odontología en la baja Edad Media en Europa Occidental: siglo XIII – XVI, pagina 106. Historia de la Odontología Ilustrada, Malvin E. Ring. Mosby/Doyma libros