martes, 24 de marzo de 2020

Hospitalizaciones prolongadas aumentan riesgo frente a bacterias resistentes


BOGOTÁ D. C., 23 de marzo de 2020 — Agencia de Noticias UN-


Estos fueron algunos hallazgos del estudio adelantado por el doctor Álvaro José Martínez Valencia, especialista en Medicina Interna de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien trabajó con miras a desarrollar y validar un sistema de puntuación para identificar a los pacientes oncológicos del Instituto Nacional de Cancerología (INC) portadores de enterobacterias productoras de betalactamasa de espectro extendido (BLEE).

“Normalmente las enterobacterias conviven en simbiosis dentro del intestino de los seres humanos, es decir sin generar inconvenientes en las personas sanas. El problema ocurre si bajan las defensas o hay enfermedades, procesos inflamatorios, cirugías o tumores que afecten el tracto intestinal, que es cuando estas bacterias pueden ocasionar infecciones”, explica el doctor Martínez.

Agrega que “así mismo hay unas benignas, que no son patógenas y no tienen mecanismos para hacerle daño al cuerpo, y además son sensibles a los antibióticos. Otras, por el contrario, pueden causar más daño y son resistentes a los antibióticos, como las BLEE, que producen betalactamasa, una enzima que puede degradar a los antibióticos.

Por eso el objetivo del estudio era identificar qué pacientes podrían hacer infecciones por este tipo de bacterias, casos frecuentes y que tienen alto impacto en los pacientes con cáncer. Se trata de un aporte importante para el control de infecciones y la selección del tratamiento.

La investigación se desarrolló en dos fases: la primera consistió en identificar los factores de riesgo que podrían estar asociados con casos de infecciones por BLEE en pacientes oncológicos. Esto se hizo a partir de un estudio de casos y controles con 710 pacientes con todo tipo de cáncer que hubieran sido hospitalizados entre 2013 y 2015 en el INC y que en algún momento del periodo de estudio hubieran tenido un cultivo positivo de cualquier tipo de muestra clínica para una BLEE.

“Comparamos esa población con controles, que eran del mismo tipo de pacientes con cáncer que hubieran tenido una infección, pero por una bacteria sensible; este tipo de microorganismos no son resistentes a los antibióticos” comenta el investigador.

“Se evaluaron variables como sexo, edad, tipo de cáncer –hematológico o sólido–, si la enfermedad estaba activa, si se estaba recibiendo quimioterapia o radioterapia, si se habían sometido a algún tipo de procedimiento quirúrgico en el último año, si habían recibido antibióticos en los últimos tres meses o si tenían dispositivos invasivos como sondas y catéteres de drenaje o de accesos vasculares.

“Queríamos ver si alguno de los factores estaba asociado con el hecho de que el paciente tuviera una infección causada por una bacteria resistente”, señala el doctor Martínez, quien encontró, por ejemplo, que los pacientes que llevaban más de siete días hospitalizados o que lo habían estado durante el último año tenían cinco veces más riesgo de presentar una infección por bacterias resistentes.

Además los pacientes que durante los tres meses previos estaban recibiendo medicamentos inmunosupresores –aquellos que bajan las defensas, como los esteroides–, tenían tres veces más riesgo de hacer infecciones por gérmenes resistentes, y los que presentaban neutropenia, que son los que tienen baja alguna de las células de defensa en la sangre, tenían dos veces más riesgo.

Los pacientes que habían recibido antibióticos en el último mes tenían dos veces más riesgo de presentar infecciones por BLEE, lo mismo que aquellos que tuvieran dispositivos invasivos como catéteres de diálisis, vasculares o sondas de orina.

Puntuación para medir el riesgo

A partir de esos datos, en la segunda fase se construyó un sistema de puntuación para predecir el riesgo de infección por una bacteria resistente en futuros pacientes. “Tomamos alrededor de 800 pacientes de 2015 en adelante y medimos el puntaje para evaluar qué tan bueno era ese sistema a la hora de predecir el riesgo de que hiciera una infección de este tipo”, señala el investigador.

El puntaje logró una capacidad que en estadística se considera como “aceptable”, por lo que el doctor Martínez es enfático en indicar que se debe continuar trabajando en la construcción de una herramienta para reconocer a los pacientes oncológicos con riesgo de presentar infecciones por bacterias resistentes.

Fuente: agenciadenoticias.unal.edu.co