jueves, 12 de octubre de 2017

El Generalísimo



Ahora se habla de democracia. Nosotros, los españoles,
ya la hemos conocido. Y no nos dio resultado.
Francisco Franco (1947)

Llegó a mis manos un documento fechado el 1 de marzo de 1940, es decir, un día como hoy pero de hace 75 años, firmado por el General Francisco Franco Bahamonde (1892-1975), aquel militar y dictador, integrante del Golpe de Estado en España que desembocó en la Guerra Civil Española. Jefe de Estado de España desde 1936 hasta su fallecimiento en 1975 y Presidente del Gobierno de España entre 1938 y 1973. Proclamando en 1937 su autoridad absoluta, elevándola hasta el punto de responder solo ante Dios y la Historia. Franco adquirió más poder que ningún otro gobernante en España, mantuvo siempre al gobierno subordinado a sus decisiones. Leyes, decretos, y en general todas las acciones de gobierno y legislativas, fueron fruto de sus decisiones personales.


Líder del partido único Falange Española Tradicionalista (FET) y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS), entidades en las que se apoyó para establecer un régimen fascista, que más tarde derivaría en una dictadura, conocida como franquismo, de tipo conservador, católico y anticomunista. La característica principal de su régimen fue el enorme peso del ejército en las funciones políticas. Fue el FET el partido del régimen franquista, creado en abril de 1937, el único partido permitido en España tras la Guerra Civil, existiendo hasta 1977, cuando fue disuelto por el gobierno de Adolfo Suárez en pleno proceso de la Transición.

Nos dice la historia que “durante el mandato del generalísimo al frente del Ejército y de la Jefatura del Estado, tuvieron lugar múltiples violaciones de los derechos humanos, la cifra total de víctimas mortales varía en torno a varios centenares de miles de personas, que perecieron en su mayoría en campos de concentración, ejecuciones extrajudiciales o en prisión. Tan sólo, concluida la Guerra Civil el 1 de abril de 1939, se produjo el exilio de cerca de 400,000 españoles al extranjero de los cuales se calcula que 200,000 permanecieron en un exilio permanente”.

De ellos, se estiman que México acogió entre 20,000 y 25,000 refugiados españoles entre 1939 y 1942, gran parte durante el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas del Río. De estos refugiados se considera que la "inmigración intelectual" se conformaba de un 25% del total, todos ellos vinculados al Gobierno republicano derrotado en la guerra civil.

Además Cárdenas asiló a 456 menores, huérfanos de la guerra e hijos de combatientes republicanos que fueron llevados a México, dándoles alojamiento, sustento y educación en la ciudad de Morelia, grupo que fue conocido como los Niños de Morelia.

Franco, desde su posición de poder absoluto, intentó controlar todas las esferas de la vida española, mediante la censura, la propaganda y la educación. En 1939 con la ley de Responsabilidades Políticas se empezó a purgar a los trabajadores de la cultura, especialmente a los periodistas. Todos los directores de los periódicos y revistas fueron nombrados por el Estado y tenían que ser falangistas. Se creó una sociedad donde los vencidos estaban excluidos de la vida política, cultural, intelectual y social.

Regresando al documento del 1 de marzo de 1940, y teniendo en cuenta, como lo hemos visto, el pensar del generalísimo, es comprensible que el Gobierno español dictará una Ley para la Represión de los Movimientos "que siembren ideas disolventes contra la Patria y la armonía social". Además, creando el estado un Tribunal Especial el cual fue una instancia judicial especial encargada de llevar a cabo la represión durante el franquismo.

El primer artículo de la ley es suficientemente ilustrativo ya que cualquier conducta podría caer en el ámbito de una política represiva, aquí se establece que: “Constituye figura de delito, castigado conforme a las disposiciones de la presente Ley, el pertenecer… a las sociedades secretas de todo orden y las fuerzas internacionales de índole clandestina a que se refieren los artículos siguientes. El Gobierno podrá añadir a dichas organizaciones las ramas o núcleos auxiliares que juzgue necesario, y aplicarles entonces las mismas disposiciones de esta Ley debidamente adaptadas”.

A pesar de todo lo decretado y sucedido, el tiempo ubicó las cosas en su justa dimensión. Como siempre, amable lector al final Usted tiene la última opinión.

Jorge Rodriguez y Morgado 2Jorge Rodríguez y Morgado (jarymorgado@yahoo.com.mx) es catedrático universitario, conduce:ConoSERbien en Sabersinfin.com

Publicado originalmente en Saber Sin Fin el 02 de marzo de 2015