miércoles, 11 de octubre de 2017

Alfred Russel Wallace: Precursor De Darwin


- Lecturas para cerebros raros -

El siglo XIX avanza incontenible.  Las grandes ilusiones de los Imperios fulguran en las salas de mapas franceses e ingleses. Queda mucho por descubrir y  la mente europea inventa la “conquista del mundo”. Las ciencias naturales obligan cumplir cabalmente el grito de guerra de los sabios viajeros del siglo XIX: Ir y ver.


La exploración de ríos, valles, océanos, montañas no es sólo un método de investigación, es una actitud donde se fundamenta el conocimiento científico y afirmar: saber es poder. La naturaleza aparece así como un enorme libro que es necesario leer con las herramientas del racionalismo y la visión eurocentrista del hombre.

En aquel escenario, se forman grandes expediciones cuyo objetivo principal, será  nutrir  los museos del imperio, mostrar los pueblos diferentes, costumbres “curiosas” del buen salvaje. Los naturalistas se afanan y surgen aportes decisivos a la historia de las ideas. Uno de los más notables exploradores del siglo XIX encarna en la  generosa y notable personalidad de Alfred Russel Wallace. 

Russel, nacido en 1823 , en Shersbury Inglaterra. Después de abandonar los estudios elementales, había explorado el Amazonas y clasificado la más grande colección, conocida entonces, de mariposas, primates americanos y numerosas plantas que embalaba hacia el Museo Británico.  

Poco después, en 1855, Wallace explora Borneo y el Archipiélago Malayo. Allí descubre la otra cara del mundo.  Colecta un sinnúmero de especies de insectos, mariposas, mamíferos,  minerales, primates, vegetales.  Con esa inmensa colección Wallace, tiene la misma llave que Charles Darwin para abrir el arcón fantástico de la evolución de las especies.    En 1858, Wallace comunica con gran honradez intelectual sus descubrimientos y sus teorías a Darwin quién había pergeñado, durante 20 años su enorme obra sobre la evolución. Darwin escribe de inmediato a su amigo, el geólogo Charles Lyell, sobre el adelanto del naturalista Wallace. 

Alfred Russel Wallace, había escrito en 1855 un notable ensayo titulado “Sobre la ley que ha regido la introducción de nuevas especies”.

Los comunicados de Wallace a Darwin, abrieron un camino pocas ocasiones caminado e iluminó el camino de la ciencia con la impresionante honestidad intelectual de ambos gigantes. 

No obstante que Wallace publicó primero una interesante teoría sobre la evolución de las especies, cedió a Darwin la primacía sobre las ideas evolutivas básicas, esbozada desde 1844. Un caso asombroso en las historia de la ciencia y la moral más comprometida: En efecto, Darwin en silencio, desarrolló primero la obra cumbre de las ciencias biológicas. 

Finalmente, en noviembre de 1859, Darwin publica la monumental obra El Origen de las Especies. Alfred Russel Wallace, desarrolló de manera independiente una de las teorías que han cimbrado las columnas del saber humano. Dejó una herencia que bien pinta al naturalista del siglo 19: Viaje al Archipiélago Malayo. Una obra llena de interés que al paso de los años no ha perdido la grandeza de la sencillez, una lectura llena de intensidad y romanticismo por la naturaleza.




alejandro rivera perezAlejandro Rivera Domínguez es director de la Estación de Satélites Kosmos Puebla.