viernes, 3 de noviembre de 2017

El Embargo De "Sin Embargo"



“Mas (sin tilde) sin embargo”, te quiero… “Mas sin embargo” está mal dicho… “Pero sin embargo”, tengo que dejarte ir… A pesar que muchos usuarios del idioma te nombren y aunque te quieran y seas indispensable, hay que descartarte del vocabulario usual. 


 Cuesta trabajo, sí, pues “la costumbre es más fuerte que el amor”, dijera una canción de Alberto Aguilera Valadez “Juan Gabriel”. Son parte del habla cotidiana que pasan desapercibidas de tan comunes que son. No obstante, según la “RAE” (Real Academia Española), el significado de la frase “mas sin embargo” es redundante. “Mas” (sin tilde), significa “pero” (conjunción adversativa), entonces ¿también podríamos decir “pero, sin embargo”? No; el “pero” es sinónimo también.  Y “sin embargo”, locución adverbial cuyo significado es “no obstante, empero”, significa que lo que a continuación dirás es contradictorio con lo mencionado anteriormente. Entonces “mas” y “sin embargo”, tienen el mismo significado. ¿Para qué ser redundante? Con decir “sin embargo” es suficiente. No se requiere ser redundantes para sentir que estamos diciendo más porque ya no se necesita.  El uso de palabras innecesarias repercute incluso en la claridad del mensaje que se desea transmitir. Algunos políticos han inventado lo que llaman “política del sinembarguismo”, aplicada a quienes le encuentran siempre algún reparo a lo que dicen otros con tal de no aceptar sus ideas; pero eso es otra historia…  Agregar palabras cuyo significado ya está implícito o explícito, puede llevarnos a caer en vicios de dicción.  La palabra “embargo”, del latín vulgar “imbarricare”, colocar entre barras, impedir”, para expresar “daño, incomodidad”, se le agrega el “sin” que significa  “sin incomodidad, sin daño” para comunicar lo siguiente. Es decir, lo que se dijo anteriormente no implica obstáculo para lo que se menciona después. Y por si esto fuera poco es una expresión que pareciera que en lugar de estar formada por dos palabras: “sin” y “embargo”, sólo fuera una cayendo en el error ortográfico de  escribir “sinembargo”, porque así  la sentimos. La razón es simple: toda preposición “sin”, va separada de su término “embargo”. Así como se escribe “por embargo”, “con embargo”, “para embargo”, también se hace con el “sin embargo”. Este vicio de lenguaje, se debe a un factor lingüístico y no a un tema en el que la sociedad tenga acción directa para que ocurra esta alteración, con repetición de palabras que son innecesarias para la comprensión de un mensaje,  debiendo estar conscientes de que lo empleamos en nuestras conversaciones.

Sin embargo, te entiendo… sin embargo, te necesito… Con o sin embargo, te expreso… sin embargo, espero no olvidarte… 

IMAGEN: http://3.bp.blogspot.com

Desempolvando el idioma.

María Eugenía Morales Carrera.

Publicado Originalmente En Saber Sin Fin El  27 de Marzo de 2017