-Compartiendo Tu Opinión-
La violencia nace por la ausencia de amor, dice mi amigo Olinto Montiel, psicoterapeuta humanista y agrega: en realidad desayunamos el miedo todos los días, tenemos un escenario dantesco –dice refiriéndose a las noticias diarias.
Hay violencia en las calles, pero también la violencia intrafamiliar de la que muy pocos hablan, hay violencia laboral, donde diariamente vemos al otro como un enemigo. Hay racismo contra los inmigrantes en todas partes del mundo.
Hay violencia en las escuelas, ¡entre los niños!, hay violencia silenciosa… como la muerte de miles de personas que provocan los malos tratamientos médicos, conocidos como iatrogenia, y también contribuye a la violencia la fabricación de armas, puesto que la guerra se volvió negocio.
Más de uno está preocupado por estos temas, que recientemente abordé en mi programa Compartiendo tu Opinión, en la edición del pasado martes 24 de febrero de 2016, a través de la señal de sabersinfin.com
El hombre nace esencialmente bueno, afirmaba Juan Jacobo Rousseau y me lo repetía frecuentemente mi madre, la maestra Jovita Amalia Morales Capistrán; sabias palabras como ella era.
¿Qué pasa entonces en el trayecto de la vida? ¿Cómo hemos establecido modelos sociales cada vez más violentos para reafirmar la masculinidad? El machismo en pleno siglo XXI, sin lugar a duda, pero ¿cuál es el camino de retorno?
Desde hace muchos años al hablar de política, de lo que pasa en nuestro entorno, en el diálogo coloquial parece que es tremendo lo que ocurre y nuestras conclusiones van encaminadas a que alguno venga y resuelva el problema, generalmente identificamos a ese salvador como algún candidato, figura pública.
Nos indigna sobremanera que esos personajes o la policía muestren incompetencia y desinterés en resolver los problemas sociales.
Ahora, mis amigos, quiero pedirles que reflexionemos todos juntos en que es necesario que los problemas sociales los resuelva la sociedad.
Si bien hemos elegido a algunos representantes, lo cierto es que en nosotros, en todos y cada uno de los individuos que poblamos estas tierras, debiera recaer la misma responsabilidad, aparte de los gobernantes.
Con su enfoque de maestro en Psicoterapia Humanista, le pido a Olinto Montiel que nos ilustre cómo podemos lograrlo.
Al menos como padres podemos abonar a construir una mejor sociedad en el futuro, explica. El japonés Masaru Emoto evidenció los cambios que las palabras de amor o de odio pueden tener en el agua, tenemos que ser conscientes de que un bebé en gestación está en un medio acuoso y su cuerpo es también una gran cantidad de agua, el que se sienta bienvenido, amado, protegido, hará que sea un ser humano de bien.
Cuando esto no ocurre, el niño y luego el joven buscan llamar la atención de sus padres, si no logran amor, quiero que me des atención, si no tengo atención, haré que me odies y si no tengo ni tu odio, te destruiré. Psicólogos de cárceles acusan el abandono, como origen de la conducta violenta.
Giovanni Sartori dice que: la televisión crea realidades cuando hay ausencia de papá y mamá en la educación, porque no hay límites y valores.
Así que además de hacer un acto diario de bondad, tenemos a nuestro cargo educar a nuestros hijos con amor. Entonces ¿qué tal si empezamos?
Imagen: abretesesamoblog.com
