jueves, 12 de octubre de 2017

Teresa De Jesús A 500 Años



He cometido el peor de los pecados, quise ser feliz.
Teresa de Jesús

El 28 de marzo, se cumplieron 500 años del nacimiento de Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada, más conocida como Santa Teresa de Jesús o simplemente Teresa de Ávila (1515–1582) la cual fundó la orden de las carmelitas descalzas, rama de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo. Basó su vida y obra en el servicio a sus semejantes, el amor, la oración y la escritura. Su influencia en la sociedad fue tan grande que en pleno auge de la inquisición, se quiso quemar su obra literaria y biografía en múltiples ocasiones, sin llegar a conseguirlo. Junto con San Juan de la Cruz, se considera a Santa Teresa de Jesús la cumbre de la mística experimental cristiana, y una de las grandes maestras de la vida espiritual en la historia de la Iglesia.


Por su autobiografía en su primer libro llamada “Libro de la Vida”, el “más espontáneo y fresco, fiel reflejo de su personalidad y su experiencia humana y sobrenatural”, escrito en 1562, se sabe que uno de sus 12 hermanos, compartía el gusto por la vida de los santos y libros de caballerías, por lo que Teresa a su vez desarrolla una gran afición a ello. Pronto se dio cuenta que su auténtico "caballero andante" era Jesucristo y entró el 2 de noviembre de 1535, con tan sólo 20 años, en el convento de las hermanas carmelitas de la Encarnación de Ávila.

El cambio de vida y de alimentación afectó la salud de Teresa, por lo que al cabo de dos años vuelve con su familia para recuperarse, a pesar de que muchos ya la daban por muerta. En 1539 quedó paralizada y un año después se produce una lenta aunque progresiva curación. Teresa recuperó la salud; según la tradición ello fue debido a la intercesión de San José.

De acuerdo a sus propias memorias fue en 1541, cuando Cristo se le apareció en persona por primera vez. Fue en aquel año en el Convento, cuando descubrió en un hueco de su oratorio en la pared, una estatuilla de un Ecce Homo -imagen de Jesucristo con el cuerpo lleno de llagas, Santa Teresa en oración, le preguntó a Cristo ¿qué las causaban? Él le contesto: “La pérdida de tiempo, sin oración”. A partir de esa revelación Santa Teresa de Ávila, se encerraba sin esperar visitas ni desearlas, a reza y a escribir poesía a Jesús.

En todas sus revelaciones se atestigua que Teresa creía firmemente en una unión espiritual entre ella y Jesucristo; veía a Dios, la Virgen, los santos y los ángeles en todo su esplendor, y de lo alto recibía inspiraciones que aprovechaba para la disciplina de su vida interior. Se dice que al morir Santa Teresa la noche del 4 de octubre de 1582, la autopsia revela, en su corazón una cicatriz de espada, llamado: la transverberación, esta palabra viene del latín "transverberare", que quiere decir "traspasar de un golpe, hiriendo", definiéndolo los teólogos como una gracia espiritual especial por la que la persona que la recibe, llena de amor divino: “Tiene el corazón traspasado por una espada. Es un signo de comunión sublime, con Jesucristo sufriente”.

Para perpetuar la memoria de dicha herida, el Papa Benedicto XIII, estableció en 1726, la fiesta de la transverberación del corazón de Santa Teresa. El cuerpo de Santa Teresa fue exhumado el 25 de noviembre de 1585, quedó allí un brazo y se llevó el resto del cuerpo a Ávila, donde se colocó en la sala capitular; pero el cadáver, por mandato del Papa, fue devuelto al pueblo de Alba, habiéndose hallado incorrupto (1586). Se elevó su sepulcro en 1598; se colocó su cuerpo en la capilla Nueva en 1616, y en 1670, todavía incorrupto, en una caja de plata.

Beatificada Teresa en 1614 por Paulo V, e incluida entre las santas por Gregorio XV el 12 de marzo de 1622; fue designada (1627) patrona de España por Urbano VIII. Fue nombrada Doctora honoris causa por la Universidad de Salamanca y posteriormente fue 
investida patrona de los escritores españoles. En 1970, Santa Teresa de Jesús se convirtió (junto con Santa Catalina de Siena) en la primera mujer elevada por la Iglesia Católica a la condición de Doctora de la Iglesia, bajo el pontificado de Pablo VI.

Decía Santa Teresa: “Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa. Dios no se muda, la paciencia lo alcanza; quien a Dios tiene
 nada le falta: sólo Dios basta”. Es así amable lector que dedico estas líneas como un pequeño homenaje a Teresa de Jesús patrona de los escritores españoles.

Imagen: Wikipedia

Jorge Rodriguez y Morgado 2Jorge Rodriguez y Morgado 2Jorge Rodríguez y Morgado (jarymorgado@yahoo.com.mx) es catedrático universitario, conduce: ConoSERbien enSabersinfin.com.