lunes, 16 de octubre de 2017

Pentecostés Y Mahler




Cuando abordo temas religiosos, me enfrento a la ignorancia en una forma totalmente distinta a muchos que se declaran fervorosos fieles y devotos creyentes. Las razones que me motivan giran en torno a una especie de seducción que ejerce el conocer los significados de las palabras.

Siete semanas son cincuenta días, que en la iglesia católica corresponden a una de las fechas más importantes, después del domingo de resurrección, que marca el fin de la pascua. Aunque en el antiguo testamento ya se menciona como el tiempo que indica la fiesta de las cosechas anuales (sin tomar en cuenta a Jesús), lo cierto es que “pentekosté” significa cincuenta en griego.

Pero entonces me pregunto qué es la “pascua” y me encuentro con que es el punto final de la semana santa, representada por la crucifixión y la resurrección. Habrá quienes consideren estos razonamientos algo obvio, pero como no encuentro una etimología que me indique un sentido puntual de la palabra pascual, prefiero alejarme del efecto ceremonial de la fiesta aceptando mis probables errores de conceptos e interpretaciones.

Sin embargo, en una especie de accidente casual, analizando algunos aspectos del gran músico Gustav Mahler (1860-1911) y escuchando sus sinfonías una por una, me encuentro con que su octava, que definitivamente no es la que más me gusta, pero que puedo calificar como majestuosa, está llena de anécdotas realmente memorables y sustancialmente notables.

Inspirada precisamente en un himno cristiano para ser representado en el domingo de pentecostés, Gustav Mahler compuso esta obra pensando en una magnitud que sobrepasara cualquier escala o dimensión desde cualquier punto de vista musical.

Un coro “SATB” (acrónimo de Sopranos, Contraltos, Tenores y Bajos) además de un coro de niños y ocho cantantes solistas ( tres sopranos, dos contraltos, un tenor, un barítono y un bajo), además de una orquesta con instrumentos que van desde los tradicionales, pasando por un órgano monumental y varias mandolinas, hasta algunos como un carrillón, un “gong”, un armonio y una celesta, provocan un efecto desde el inicio que es verdaderamente indescriptible.

Fue tal la cantidad de músicos que pidió este autor, que para lograr el estreno, tuvo qué recurrir a un empresario que se llamó Emil Gutman quien apodó a esta sinfonía “la de los mil” como si fuesen necesarios mil músicos para ejecutarla, sin que necesariamente se requirieran. Mahler no solamente consideró inapropiado el sobrenombre sino incluso lo desaprobó; pero ya se había propuesto y dispuesto todo, para que con una expectación radical que iba desde lo morboso, pues nunca se habían recibido con la mínima aceptación los estrenos de las obras mahlerianas; hasta lo curioso pues a todas luces se trataba de algo sobrenatural y espectacular, el lunes 12 de septiembre de 1910, fue ejecutada esta magnífica obra con un éxito sin precedentes.

Esta iba a ser la última sinfonía que Mahler iba a estrenar. A partir de entonces, esta maravillosa obra y el domingo de pentecostés estarán indisolublemente unidos.

Actualmente es muy difícil presenciar la composición en vivo por la gran cantidad de músicos que se requieren para ejecutarla y en general las grabaciones existentes son precisamente así. Yo tengo tres versiones y las considero igual de especiales. La sinfonía de los mil de Mahler es una obra que por sus características en sí, es algo digno de ser escuchado por lo menos, una vez en la vida, aunque no precisamente pueda ser en vivo.

Versión de la Sinfonía Número 8 de Gustav Mahler (1860-1911)
Part I - Veni Creator Spiritus
Part II – Escena final basada en el Fausto de Goethe
Twyla Robinson, soprano (Magna Peccatrix)
Christine Brewer, soprano (Una Poenitentium)
Anna Prohaska, soprano (Mater Gloriosa)
Janine Baechle, mezzo-soprano (Mulier Samaritana)
Mihoko Fujimura, mezzo-soprano (Maria Aegyptiaca)
Johan Botha, tenor (Doctor Marianus)
Michael Volle, barítono (Pater Ecstaticus)
Ain Anger, bajo (Pater Profundus)
Tölzer Knabenchor
Gerhard Schmidt-Gaden, director coral
Coro del Estado de Leitisch
Māris Sirmais, director coral
Coro de la Radio de Babaria
Peter Dijkstra, director coral
Orquesta Sinfónica de la Radio de Babaria
Mariss Jansons, Director

Grabada en la Sala de la Filarmónica de Gasteig, München, 2011
G. Mahler - Symphony No. 8 in E-flat major (Tölz Boys, Latvian State Choir, BRSO / Choir, Jansons)

Publicado originalmente en Saber Sin Fin el    12 de junio de 2012


José Gabriel Ávila-Rivera es médico egresado de la BUAP, especialista en Epidemiología e investigador del Proyecto de Salud Ambiental y Humana, Departamento de Agentes Biológicos, Facultad de Medicina de la BUAP.