Al pensar en París, el amor y la Torre Eiffel vienen a la mente
JARyM
El 28 de enero se cumplieron 130 años de la colocación de la primera piedra de la Torre Eiffel, uno de los principales iconos de la ciudad del amor. Este monumento que en un principio, lejos de enamorar a los parisinos, tuvo un enorme rechazo social, es hoy uno de los lugares más visitados de París, después de la Catedral de Notre Dame (14 millones), la Basílica del Sagrado Corazón (10.5 millones), el Museo del Louvre (9.2 millones), teniendo la Torre Eiffel más de 7 millones de visitantes al año, ocupando el cuarto lugar del monumento más visitado del mundo.
Diseñada por el ingeniero francés Gustave Eiffel (famoso por su trabajo en estructuras como la cúpula del observatorio de Niza y la Estatua de la Libertad) inicialmente se había presentado el proyecto de la torre al Ayuntamiento de Barcelona, para que se construyera en esa ciudad con motivo de la Exposición Universal de 1888; pero al ayuntamiento le pareció una construcción extraña, cara y que no encajaría en la ciudad, por lo que rechazaron el proyecto.
La Torre Eiffel fue construida en dos años, dos meses y cinco días (del 28 de enero de 1887 al 31 de marzo de 1889) para la Exposición Universal de París de 1889 y celebrar los 100 años de la Revolución Francesa. Se consideraba un monumento para recordar la libertad establecida y para mostrar la gloria de Francia mediante los avances científicos de la época -con una gran torre de hierro, al lado del río Sena, de 300 metros de altura y más de 10,000 toneladas de peso. Ostentó la marca como la estructura más alta del mundo durante 41 años, hasta el año de 1930 cuando fue superada por la torre Chrysler, de Nueva York.
En 1900 estaba prevista la demolición de la Torre Eiffel pero el ejército le consiguió el indulto al encontrarle un uso ya que la Torre era un lugar privilegiado para la instalación de antenas y equipos de radio. En 1889 se instalaron en la Torre varios instrumentos de medición, como barómetros, termómetros y en 1909 un pequeño túnel de viento al pie de la Torre, la cual es contemplada como el monumento más valioso en Europa.
Entre las muchas anécdotas de la Torre Eiffel se cuenta que en 1925 Victor Lustig un estafador invitó a seis comerciantes para un posible acuerdo de negocios ya que debido a que el costo de mantenimiento de la Torre Eiffel era alto, la ciudad no podía mantenerla y quería venderla como chatarra y hubo alguien que cayó la primera vez. No lográndolo una segunda ocasión, por lo que es conocido como "El hombre que vendió la Torre Eiffel dos veces". Así mismo en agosto de 1944, poco antes de la liberación de París, Hitler ordenó a su gobernador militar demoler la Torre, desobedeciendo éste la instrucción.
La Torre Eiffel ha sido considerada como uno de los monumentos a la muerte ya que muchas personas han perdido la vida de la forma más extraña. Desde el comienzo de su construcción hasta esta fecha se estima que allí han muerto alrededor de 370 personas. Durante su construcción ningún obrero perdió la vida pero a partir del 23 de agosto de 1891 se escribe una historia de decesos ya que ocurrió el primer suicidio de un mecánico parisino que fue encontrado ahorcado en el pilar norte. Así mismo, en 1912, poco después de hacer su testamento, el sastre Franz Reichelt saltó de la Torre Eiffel con un traje que en teoría le haría de paracaídas y se estrella después de una caída de cinco segundos, sin embargo, el impacto no le provoca la muerte: la autopsia reveló que había muerto de un ataque al corazón antes de llegar al suelo.
Después de los años sesenta, se instalaron en la torre redes de seguridad, a fin de evitar accidentes y suicidios. Eso no ha impedido que ocurran otros dramas. En 2005, un fan noruego del base jumping se lanzó desde la parte superior de la torre y se estrelló en una de las galerías del primer piso muriendo instantáneamente. En 2009 una joven fue arrojada desde el segundo piso y cayó sobre el techo del restaurante de la primera planta. En total, el número de intentos de suicidio en la Torre Eiffel ha sido de unos 12 por año.
Investigadores sugieren que la Torre Eiffel tendrá una duración de al menos dos o trescientos años más, pero el aumento de las temperaturas causado por el calentamiento global puede plantear problemas para su integridad estructural en el futuro. Es por ello amable lector que la humanidad tendrá la Torre Eiffel por mucho tiempo.
Imagen: publicdomainpictures.net
Jorge Rodríguez y Morgado
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Publicado originalmente en Saber Sin Fin el 31 de enero de 2017