lunes, 9 de octubre de 2017

Rasputín: el poder tras el trono



 “Antes de que podamos arrepentirnos, tenemos que pecar”
Rasputín

El día de hoy, 22 de enero, se cumplen 148 años del nacimiento de uno de los personajes más polémicos de la historia Grigori Yefimovich Novikh Rasputín (1869–1916), conocido como “el monje visionario”, “el monje endiablado” o “el monje loco”. Místico, aventurero y cortesano, ruso de origen campesino y sin ninguna formación, con fama de sanador mediante el rezo y poseedor de una gran capacidad para predecir el futuro.


Rasputín, catalogado como uno de los hombres más siniestros de la historia, nació y se crio en un pequeño pueblo de Siberia, fue el quinto de nueve hijos. De muy pequeño sentía que la virgen María le hablaba, por lo tanto sus visiones le hicieron muy popular. Nunca asistió a la escuela. Predijo el futuro y decía sentir la unión entre la virgen María y el hombre. Aprendió a hipnotizar a la gente con su mirada y hacer que hicieran lo que él deseaba. Muy pronto le siguió un grupo de personas que abandonaban a sus familias para seguirle, como si fuera enviado por Dios para salvar a la humanidad. Era muy apasionado tanto de las mujeres como del vino.

Muy joven se casa y procrea cuatro hijos a los cuales abandonó para viajar a Grecia y a Tierra Santa y así poder formarse espiritualmente junto a monjes ortodoxos. Su ayuda hacia los más necesitados lo llevó a conocer al inspector de la Academia de Teología en St. Petersburgo, el cual lo hizo relacionarse con las familias más poderosas de la ciudad ya que era considerado como “un hombre santo y escogido por Dios”.

Su fama de sanador se extendió y fue llamado al palacio del Zar de Rusia para cortar una hemorragia de su único hijo que padecía hemofilia heredada de su madre. Se dice que la técnica empleada por Rasputín para curar la hemofilia funcionó (algunos investigadores sostienen que fue mediante hipnosis) y este hecho fue el inicio de una poderosa influencia sobre la familia gobernante y sobre todo sobre la esposa del Zar, la cual cayó bajo el influjo y atracción de este personaje.

Debido a la influencia que la zarina tenía del monje, le colocó en un cargo público con poder en el gobierno del Zar, lo cual hizo que Rasputín designara a muchos altos funcionarios, tanto que en la Primera Guerra Mundial, cuando el Zar Nicolás II asumió el mando del ejército, Grigori se hizo del control absoluto del gobierno generando un gran descontento en el pueblo ruso. La fama que creó contra la familia imperial por parte del pueblo ruso, hizo que él fuera menospreciado y que la gente se levantara en armas.

Rasputín un día en que se sintió liberado del apoyo de la virgen, se lo comunicó a la zarina y ésta le hizo ir a la capilla real para ver al Papa y en aquel momento Rasputín perdió la cordura recibiendo el sobrenombre de “Monje endiablado”, por lo que el monarca y el Papa le echaron del palacio, lo que provocó el tomar la decisión de no aceptar peticiones del pueblo ni de la corte para acudir a sus fiestas ni para servir como sanador, centrando su gusto por las mujeres y el vino. Una de sus máximas era: “Se deben cometer los pecados más atroces, porque Dios sentirá un mayor agrado al perdonar a los grandes pecadores”.

Para liberarse del monje loco, el primer ministro le ofreció doscientos mil rublos para que regresase a Siberia, pero no tuvo éxito, por lo que el príncipe lo invitó a cenar, colmándolo de ricos manjares y de mucho vino sabiendo que la gula era su perdición. Entre la comida le colocó cianuro, lo que le provocó que el veneno le hiciera efecto y al darse cuenta salió del palacio y le dispararon provocándole la muerte. Fue emasculado y su cuerpo tirado al río Neva.

En sus últimas predicciones consideraba que veía muy pronto el fin de la familia Romanov y que todos morirían. Su predicción más extraordinaria es la que aclamó que si él muriese en manos del pueblo, el Zar podría seguir reinando, así como sus descendientes, y si por otro lado si muriese en manos de nobles rusos, la vida monárquica en el país tenían los días contados ya que veía, en sus visiones a la santa Rusia, “envuelta en una nube negra e inmersa en un profundo y doloroso mar de lágrimas”. Y así ocurrió. Rusia entró en la Revolución y Lenin tomó el poder, acabando con los Romanov.

Como podrá apreciar amable lector, durante toda la historia de la humanidad han existido personajes que se creen iluminados y que pueden decidir el futuro del hombre.

Juzgue Usted.

Imagen: allthingshellboy.tumblr.com

 Jorge A. Rodríguez y Morgado
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conoSERbien; www.sabersinfin.com