Publicado originalmente en Saber Sin Fin el 03 de junio de 2017
Los primeros dientes falsos descubiertos datan del siglo séptimo. Estaban hechos de dientes humanos y animales, y se encuentran ligados a un brazalete etrusco de oro, la civilización pre-romana en Italia.
Las evidencias arqueológicas sugieren que los egipcios comenzaron en el siglo XVI a engarzar los dientes en un alambre de oro.
Sin embargo los japoneses reclaman que ellos comenzaron con anterioridad con estas técnicas. Tallaban dientes de madera, un tipo de dentadura que continuaron utilizando hasta el siglo XVIII cuando ya se integraron en occidente.
La introducción del azúcar en occidente incrementó la necesidad de prótesis dentales más duraderas.
Durante el siglo XVIII el azúcar fue introducido en occidente y la caída de dientes aumentó un 500%. Las prótesis de marfil se hicieron más populares, ya que son más resistentes a la descomposición. Éstas se hacían con colmillos de morsa, elefante o hipopótamo.
George Washington fue la persona más famosa de la época que usaba este tipo de prótesis, y no las dentaduras de madera tallada que se nos ha hecho creer que utilizaba.
Nicholas Dubois De Chemant Patentó La Primera Prótesis De Porcelana Tras Robar La Idea A Su Jefe En 1771.
Alexis Duchâteau elaboró las primeras prótesis de porcelana en 1770. Sin embargo, se astillaban fácilmente. Finalmente la primera patente británica para dentaduras postizas de porcelana fue concedida a su ayudante, Nicolás Dubois De Chemant, que empezó a comercializar su producto un año más tarde.
Los Dientes De Héroes De Guerra Muertos, Muy Populares En El Siglo XVIII.
Incluso con las dentaduras postizas de porcelana ya disponibles, la gente del siglo XVIII aún prefería prótesis hechas con dientes de soldados que habían muerto en la batalla de Waterloo. Prótesis dentales que eran conocidas como ‘dientes de Waterloo', a pesar de que nunca llegó a estar claro de qué lado de la batalla provenían.
En 1820, al orfebre Claudius Ash le pidieron dentadura de mayor calidad, hecha de porcelana pero montada en láminas de oro de 18 quilates, con muelles también de oro. Este fue el comienzo de las prótesis modernas.
La compañía de Claudius Ash se convirtió de este modo en el principal fabricante europeo de dentaduras de vulcanita en 1850.
Desde el siglo XX, el acrílico, la resina y otros plásticos comenzaron a hacerse más habituales.
Sin embargo, lo que más prefieren los pacientes en la actualidad son los implantes dentales.
Autor: Museo de Odontología de la BUAP.