Mtra Donna Rivera y su tenaz lucha en defensa de sus
Xochiapulcas durante la intervención Francesa.
Fue a mediados de 1996 y bajo el influjo de una lectura de antropología cultural de dos autores italianos, al parecer y si la memoria no me falla, eran Lombardi y Satriani, que me asaltó y surgió la idea de hacer un proyecto acerca de la hidroeléctrica de Necaxa.
Ponderé y valoré varias cosas: la batalla de Tecacalango, que sin ella no se hubiesen descubiertos los saltos de agua y la visión de hacer la presa en ese lugar, ser la cuna del cuarto Juan de la Sierra, Juan Galindo y reivindicar su lucha en contra de la invasión francesa; el que le Necaxa se haya construido la primera hidroeléctrica en América Latina, ser cuna del sindicalismo mexicano y también, haber sido cuna de lo que Eduardo Galeano ha llamado, la religión laica; el fut-boll y en particular, haber inundado por primera vez a un pueblo indígena en aras del progreso y la civilización; práctica que hasta la fecha continúa. Sin embargo, también privaba en mí, el hecho de que durante mis estudios de primaria y secundaria, muchos de mis compañeros de banca, fueron hijos de trabajadores de Luz y Fuerza y obviamente, me movía hacer algo por mi matria ( Luis González, dixit)desde mi posición modesta como trabajador de la cultura. Un elemento central del proyecto, lo era el documentar el paso de la identidad indígena como tal, a la consciencia de clase de ser obrero, cuestión que no se logró concretar.
En Culturas Populares ya habíamos echado andar, años atrás, el proyecto de memoria histórica del gremio ferrocarrilero, el trabajo con textileros y en Metepc, Atlixco, la instalación de un eco-museo.
Al elaborar el proyecto, también tuve en mente a los trabajadores de caminos y al gremio petrolero que, junto con los electricistas, le daban y le dan, elementos propios de identidad cultural a Necaxa, Huauchinango y otras comunidades.
El proyecto se lo presenté al entonces Jefe de la Unidad y hasta la fecha, un gran amigo, Francisco Acosta, con el título de Necaxa: Domando el cerro, domando el agua, nosotros hacemos la fuerza y me fue aprobado. La siguiente fase fue presentarlo ante funcionarios de la Dirección de Culturas Populares, de la Compañía de Luz y Fuerza, el S.M.E y el Ayuntamiento de Necaxa, proceso que se llevó a cabo y fue aprobado en cada una de las instituciones. Debo reconocer que recibí un gran apoyo, como responsable del Programa de Memoria Histórica y Vida Cotidiana de la Unidad de Culturas Populares de la Mtra. Graciela González Phillips, responsable nacional del Programa de Memoria Histórica y Vida Cotidiana de la Dirección General de Culturas Populares he hija del filósofo y poeta Enrique González Rojo. También encontramos un gran respaldo y apoyo, de la Lic. Lina Vázquez; hija del entonces presidente municipal de Necaxa, Gregorio Vázquez que era en ese entonces, responsable de la biblioteca municipal y Casa de Cultura del Municipio de Necaxa. Los funcionarios de Luz y Fuerza, comprometieron un recurso para el premio y en particular, para la edición y publicación de los trabajos. La edición y publicación de los trabajos, no se llevó a cambio, pues el nuevo Jefe de la Unidad, a la salida de Francisco Acosta de la misma, , no le pareció correcto que apareciese mi nombre en la publicación como coordinador del Programa y mucho menos, como coordinador el proyecto y el dinero se devolvió a Luz y Fuerza. El nuevo Jef de la Unidad, sacó a relucir su aurea mediocritatis o dora mediocridad y obviamente, fue muy importante el apoyo, logístico y económico que recibimos de los compañeros del sindicato en términos de la promoción y difusión de la convocatoria, al igual que del Ayuntamiento municipal de Necaxa. Con la decisión que tomó el Jefe de la Uidad, ya no fue posible continuar con el proyecto d Necaxa, los trabajadores de caminos, los petroleros y mucho menos, con los mineros del mineral la Aurora de Teziutlán, Pue. Fue así como se hizo y llevó cabo la convocatoria a todos los habitantes de la región teniéndose una gran respuesta y a partir de ésta, se vislumbró la posibilidad de hacer un museo de sitio que ha quedado pendiente hasta la fecha.
No está demás mencionar que varias personas se quisieron colgar del proyecto, ven burro y se les ofrece viaje, dicen en mi tierra; pero al paso del tiempo han quedado evidenciados; hubo detractores, oportunistas y vivales del proyecto, de dentro y fuera de la Unidad que quisieron hacer pasar como suyo el mismo.
Si vemos desde una perspectiva histórica, cultural, tecnológico, industrial y en particular el entorno natural en el que fue construido el gran complejo hidroeléctrico de Necaxa y con el propósito de preservarla y salvaguardar ese gran legado, es necesaria declararla como Patrimonio Cultural, Histórico e Industrial del Estado de Puebla.
El Internacional Commitee For The Conservation of the Indutrial Heritage (Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial) define al mismo cómo:
“ se compone de restos de la cultura industrial que poseen un valor histórico, tecnológico, social, arquitectónico o científico. Estos restos consisten en edificios y maquinaria, talleres, molinos y fábricas, minas y sitios para procesar y refinar, almacenes y depósitos lugares en dónde se genera, transmite y se usa y usa energía, medios de transporte y toda su infraestructura, así como los sitios donde se desarrollan las actividades sociales relacionadas con la industria, tales como la vivienda, el culto religioso o la educación”
Me parece que el complejo de Necaxa reúne con creces está definición y lo que hoy hace falta, antes que un gran genio de la política se le ocurra hacer travesuras como privatizarla, descuartizarla, hacerla cachitos y después venderla como chatarra y fierros viejos, es constituir un Comité de Defensa, Protección y Salvaguarda del Patrimonio Histórico-Cultural, que tendría que encabezar el Ayuntamiento de Necaxa, con personalidades del municipio y la región que se hallan distinguido por la Defensa del Patrimonio en cualquiera de sus modalidades y dejar a un lado ha aquellos que solamente han utilizado a la gente cómo informantes, para que elaboren el expediente y promuevan la Declaratoria de Patrimonio, lo anterior, sin menoscabo de las legítimas demandas de los trabajadores del SME.
Gerardo Pérez Muñoz huauchi_perez@yahoo.com.mx