miércoles, 27 de noviembre de 2019

Tejas fotovoltaicas, cada día más viables en construcción


BOGOTÁ D. C., 26 de noviembre de 2019 — Agencia de Noticias UN-


Este hallazgo fue hecho por Joan Sebastián Ruiz Zapata, magíster en Sistemas Energéticos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, a partir de un modelo financiero en el que se evaluó la viabilidad de usar tejas fotovoltaicas, junto con vidrios también fotovoltaicos y baldosas piezoeléctricas, tecnología que aprovecha la presión que se ejerce sobre ellas al caminar para generar energía.

Según explica el magíster, la característica principal de los elementos que se analizaron es que reemplazarían completamente ciertos materiales de construcción, por lo que no son elementos que se adhieran a las fachadas o a los recursos convencionales.

El investigador adelantó una evaluación financiera sobre la posibilidad de integrar estos elementos en el sector de la construcción nacional, teniendo en cuenta la información sobre los niveles de irradiación en el territorio colombiano y las tarifas de energía de 22 ciudades, además de los costos de inversión inicial en el mercado local de este tipo de tecnologías.

Los costos contemplados para el modelo parten de las tarifas de distribuidores nacionales de estas nuevas tecnologías, en las cuales se tiene que 1 m2 de vidrio fotovoltaico cuesta alrededor de 300.000 pesos, uno de teja fotovoltaica 69.000 pesos y el de baldosa piezoeléctrica 444.000 pesos.

A partir de estos datos, y teniendo en cuenta elementos técnicos de eficiencia y uso en el contexto colombiano, el magíster desarrolló un modelo que permitió calcular que Arauca es la única región del país donde la teja fotovoltaica funcionaría como elemento constructivo según las condiciones actuales en relación con la tarifa de energía y los costos de inversión inicial.

Esto se debe a que es la única ciudad que tiene una tasa inicial de retorno por encima de la tasa de descuento si se utiliza el elemento constructivo. Ello significa que este índice –del 2,18 %– estuvo por encima de la tasa de descuento, con la que se comparan los proyectos para comprobar si les representa rentabilidad a los inversores, que para este caso se calculó en un 2 %.

Por otra parte, el investigador señala que el modelo financiero también da cuenta del impacto que generan los costos de inversión inicial en la factibilidad de los proyectos, pues al disminuir los costos al 50 % –por ejemplo reduciendo los aranceles de importación– se hacen factibles todos los proyectos que incluyan en sus construcciones elementos como el vidrio fotovoltaico y la teja fotovoltaica en todas las ciudades evaluadas.

“La conclusión que sacamos aquí es si estos costos de la tecnología bajaran por lo menos un 25 % la teja fotovoltaica y el vidrio serían tecnologías rentables para la construcción en la mayoría de las ciudades colombianas”, señala el investigador Ruiz.

La baldosa piezoeléctrica, entre tanto, todavía no representa un elemento constructivo viable, porque aún falta disminuir mucho los costos y aumentar su potencial de generación de energía.

Edificios más sostenibles

Según la Agencia Internacional de la Energía los edificios consumen la mayor cantidad de energía eléctrica del mundo, representando más de un tercio del consumo total final, lo cual los convierte en una fuente importante de emisiones de dióxido de carbono.

Para contrarrestar el impacto negativo generado al medioambiente es necesario que los edificios se construyan o se modifiquen teniendo en cuenta no solo la racionalización y la conservación de los recursos naturales, sino también incluir en sus estructuras los últimos avances en tecnología, como las tejas o los vidrios fotovoltaicos para autoabastecer al menos una parte de sus necesidades energéticas a partir de fuentes renovables.

Para alcanzar este objetivo es necesario empezar a ver las ventajas que estos nuevos elementos de construcción pueden ofrecer y, como lo menciona el magíster Ruiz, empezar a hacer un cambio de mentalidad entre los actores del sector de la construcción, que aún están muy apegados a los medios tradicionales.

Fuente: agenciadenoticias.unal.edu.co