miércoles, 20 de noviembre de 2019

Población sorda también requiere psicoterapia

BOGOTÁ D. C., 19 de noviembre de 2019 — Agencia de Noticias UN-


Así lo advierte la psicóloga Edna Rocío Rincón León, magíster en Discapacidad e Inclusión Social de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), a quien la cercanía con la Asociación de Sordos de Suba la llevó a revisar el acceso a los servicios de salud mental en el escenario de la discapacidad.

Al enfocarse particularmente en la psicoterapia, que se realiza 100 % de manera verbal, propuso enseñar la lengua de señas desde la academia y vincular psicólogos oyentes que incursionen en la comunidad, tener una posición ética e intervenir en los procesos psicoterapéuticos de la población sorda.

“Al igual que las oyentes, las personas sordas se ven afectadas por enfermedades psicológicas y psiquiátricas, pero la diferencia es que para ellas no existen muchos procesos de psicoterapia en lengua de señas que les ayuden a sanar y salir del escenario de lo ‘discapacitante’ al que históricamente se les vincula”, advierte la investigadora.

En Colombia, 12 de cada 100 personas con alguna discapacidad registrada son sordas. Sin embargo, hay muy pocas investigaciones sobre el tema y en el escenario internacional la psicoterapia tiene un enfoque rehabilitador y poco pensado desde la diversidad y el reconocimiento de la lengua de señas, la identidad y la cultura sorda”, señala la magíster Rincón, quien descubrió vacíos que tiene la población sorda para acercarse a los servicios de salud mental.

Uno de ellos es la existencia limitada de cifras que muestren cuántas personas sordas sufren enfermedades mentales. Al respecto, la investigadora señala que “en la Encuesta Nacional de 2015 sobre salud mental de los colombianos, uno de los criterios de exclusión era que las personas que no hablaran español tenían una limitación para responder”, por lo cual no se cuenta con datos exactos en el ámbito de la salud mental y en el acceso a servicios de psicología, psiquiatría o psicoterapia de esta comunidad.

Otra de las limitaciones es la poca información que tienen las personas sordas sobre la piscología, las funciones del psicólogo y el porqué de la terapia.

Al respecto, en su trato con consultantes sordos, la investigadora Rincón ha podido evidenciar algunas señas dentro de la lengua que no tienen un uso común, como por ejemplo las que indican las palabras de psicoterapia, enfermedad mental, esquizofrenia, autoconocimiento, regalarse algo a sí mismo y autocuidado, entre otras fundamentales en el ámbito terapéutico.

Al respecto, la magíster señala que “el nivel que se requiere para hacer terapia en lengua de señas es superior al que se necesita para comunicarse en la cotidianidad”, de ahí la importancia de proponer señas a las palabras de uso terapéutico.

Dado que su investigación “Psicoterapia culturalmente afirmativa: una investigación implicada con la comunidad sorda” tiene un enfoque participativo, algunos de sus consultantes sordos han propuesto estrategias como que el psicólogo sea también sordo, ya que tiene conocimiento directo con la lengua de señas y por tanto no hay necesidad de un intérprete.

En su trabajo como psicóloga de personas sordas, la investigadora Rincón ha descubierto que la psicoterapia ha ayudado a que los pacientes se posicionen como agentes de su propia vida, busquen un trabajo activamente, participen en escenarios de formación, salgan de su casa y se sientan orgullosos de ser sordos.

Los pacientes, por su parte, reconocen la importancia de contar con un espacio en el que puedan expresarse y sentirse entendidos. Así mismo, los procesos que involucran a toda la familia han permitido que los miembros de esta entiendan a la persona sorda como independiente y capaz.

“El psicólogo se convierte en trabajador social, terapeuta ocupacional, intérprete, asesor y en una parte muy importante de la red de apoyo de la persona sorda. Definitivamente con la psicoterapia sí hay una mejoría y por eso estos procesos deberían instituirse en la práctica psicológica”, concluye.

Fuente: agenciadenoticias.unal.edu.co