BOGOTÁ D. C., 17 de julio de 2019 — Agencia de Noticias UN-
Tanto los ahogamientos como los accidentes cardiovasculares pueden ocurrir en cualquier momento. En estos episodios el paciente sufre de un colapso o pérdida de la consciencia súbitos, por eso es importante que todas las personas estén preparadas adecuadamente para responder a estas emergencias, y en general aquellas con alguna discapacidad auditiva no lo están.
El profesor Ricardo Navarro, decano de la Facultad de Medicina y experto en reanimación cardiopulmonar (RCP), afirma que “aunque en Europa y en países como Australia y Nueva Zelanda se hacen cursos para discapacitados, en América Latina aún no se maneja esta disciplina. La idea es brindarles capacitación en reanimación básica a las personas con discapacidad auditiva de cualquier grado”.
Durante el curso se abordarán tres temas clave: RCP y manejo del paciente que pierde súbitamente la consciencia por paro cardiaco; ahogamiento u obstrucción de la vía aérea por cuerpo extraño (ovace) y uso del desfibrilador externo automático (DEA) que, según la Ley 1831 de 2017, debe estar disponible en espacios públicos con bastante afluencia de personas.
Con un lenguaje de inclusión
Durante el taller el profesor Navarro estará acompañado de dos intérpretes de lengua de señas y de una persona de la comunidad sorda ya capacitada en estas temáticas, para garantizar que los asistentes sordos tengan acceso a los contenidos del curso, en el que también podrán practicar los ejercicios en simuladores.
Al respecto la profesora Liliana Isabel Neira Torres, directora del Departamento de la Comunicación Humana y sus Desórdenes, de la Facultad de Medicina, señala que desde esa unidad académica se ha tenido una sólida relación con la población sorda.
Agrega que “trabajamos todo el proceso de comunicación; uno de nuestros enfoques de formación para los estudiantes es el reconocimiento de las personas de las comunidades lingüísticas minoritarias de la diversidad cultural, y por eso quisimos darles la oportunidad de acceder a esta información”.
Según el DANE en el país se registran cerca de 450.000 personas como usuarias de lengua de señas, las cuales –como el resto de la comunidad– deben estar formadas para responder en caso de una emergencia.
El curso cuenta además con el apoyo de la Librería Médica Distribuna, la cual divulga y gestiona el conocimiento a través de un manual de bolsillo de RCP para la comunidad en general, elaborado junto con la UNAL. De esta manera, la Institución ratifica su interés por la formación de los colombianos para atender emergencias, lo que reduciría las muertes por accidentes cardiovasculares y efectos secundarios por ahogamiento.
Fuente: agenciadenoticias.unal.edu.co