1 de julio de 2019
Masca la Iguana
La desgracia más grande del Tuxtepec contemporáneo, por todos los factores involucrados, es a mi juicio, el derrumbe del techo de la catedral La Barca acontecido el 3 de marzo del 2016. Ese día la tragedia fue el útero donde creció lo que hoy es el la Brigada de Rescate Tuxtepec Asociación Civil, quien parió a seis nuevos integrantes, 6 hijos, como lo dijeron, este domingo.
Lo que fue para la CDMX el sismo de 1985, lo fue para Tuxtepec el derrumbe del techo de la Catedral La Barca, pues ambos fenómenos despertaron la consciencia en muchas personas y se gestó la participación ciudadana acicateada por el amor al prójimo, o por el instinto si quieren verlo así algunos, que llevó a ofrendar la propia existencia en labores de rescate.
Hoy la Brigada de Rescate Tuxtepec es un orgullo tuxtepecano, ejemplo a seguir, bofetada de guante blanco para los gobiernos y oportunidad de formación y servicio para la cualquier ciudadano. Trabajando con recursos propios sus integrantes alimentan la necedad, quizá porque sea para ellas y ellos una necesidad, de estar atentos a cuando cualquier persona requiera proteger su vida, incluso a costa de la verdad que encierra la frase que sus integrantes dicen o piensan al salir de sus hogares para atender un servicio: no se si regrese vivo.
Y nadie lo sabe, en estricto sentido, pero pocos acuden a exponerse como lo hacen ellos. Pero para todos es mejor que su uniforme este impecable, como lo dijeron en la ceremonia, que no salga del closet, porque significa que ese día no hubo o perdida humanas o lesiones o las dos, que lamentar por un desastre al que tuvieron que acudir a ayudar. Se ven mejor en el closet sin lugar a dudas, pero cuando salgan portarán nuevamente el uniforme con valentía y saber.
Siento un profundo respeto, admiración y agradecimiento por este grupo a quien vi nacer y he acompañado no distante en su crecimiento y desarrollo. Estoy convencido, como les dije durante la ceremonia de la entrega de los uniformes a los nuevos elementos, de que son ellas y ellos depositarios del amor desmesurado, el amor arrebatado de todas las personas que participaron en tareas de rescate ese tres de marzo del 2016. Lo que ví, en medio de la tragedia, y el como puedo sintetizar la intención de ayudar sin saber bien cómo pero con el corazón en las manos, es poseía pura, fue un profundo acto poético la respuesta de la gente y lo que parió a la Brigada de Rescate Tuxtepec.
Dice la iguana que ella es chingona para aguantar inundaciones y ambientes contaminados porque se entrena diario en las fétidas aguas del arroyo Moctezuma, y que si bien no tiene el olfato ni la inteligencia de un perro rescatista, puede ser al menos la mascota, porque todo ayuda cuando se trata de servir y no servirse, como dicen las heroínas y héroes.
Le digo que comprendo su afán, pero que una mascota requiere cuidados y gastos así que no es pertinente su ofrecimiento, sin embargo le propongo que de un curso de sobreviviencia y me comprometo a tomarlo, ante lo cual sonríe y sentencia vengativa, "estas muy gordo y eso es factor de riesgo"…además, remata, "ni cómo te quede el uniforme".
Luis Fernando Paredes Porras es director del proyecto Las 1001 Voces y Colectivo a favor de la infancia , el cual consiste en desarrollar el pensamiento crítico de los niños a través de la comunicación. Luis Fernando Paredes Porras es conferencista y facilitador en educación.