lunes, 20 de mayo de 2019

Muerte impensada (Poema)


17 de mayo de 2019




Yo que vengo de luchas por el justo
en defensa de héroes sin bronces y sin páginas,
yo que amo al pueblo plural que nada tiene
y soy poeta soldado en la luz desposeída y cotidiana.
Abrázame, madre, que he visto cosas que... ya me conoces
me sublevan, me hieren, me reclaman.
Y ahora estás lejos, madre, estoy sin aire,
y los mástiles de mis piernas que se ablandan,
y hay un temblor en mis labios como un pueblo
que al rendirse, elije la brisa que quemada
queda del eco de los malos
y seca los campos, el río de luz, la pura entraña.
Y me siento incapaz ante el acero
y me siento incapaz aún con mi amor y mi palabra.
He dejado mi fusil de plumas, allá… donde ya sabes.
Abrázame, madre, que alguien quien palmeó mi espalda
me ha traicionado con silencio y diez mentiras
cuando estuve a punto de confiarle el alma.
Y me he quedado sin voz de guerra dulce,
me he quedado sin armas,
de morenas ofrendas, de la revolución de las caricias…
y faltas en mí por las distancias.
Yo que vengo de exhumarme en cada grito,
ya he perdido… sabrás… tantas batallas,
la risa fue mi venda, la ofrecida risa grande, mi justicia,
y esta fuerza que heredé de nuestra casa,
la adarga de luz que usé y derramé en sus cicatrices,
y ahora todos se callan.
He cargado dulces metrallas de algodón y cien abrazos…
pero, madre, estoy… estoy tan rara,
me han dado de lleno entre los ojos, me han herido
y no entiendo y no estás, no entiendo nada.
Quisiera en tu hombro llorar y ser pequeña.
Madre… madre ya ni veo... no encuentro ni mis alas.




Aurora Elena Olmedo Videla es originaria de Argentina, actualmente reside en Alicante, España. Aurora es profesora de inglés, Filología inglesa, especializada en Literatura e Instructora de Ceremonia y Protocolo.