martes, 18 de septiembre de 2018

Puebla, historia y desarrollo de una potencia mezcalera



17 de Septiembre de 2018

Todo empezó con una pregunta que me hizo Plácido Flores Pacheco después de recorrer la fábrica, o palenque, en donde se elaboraba mezcal por un grupo de pequeños productores que trabajaban a pleno sol, en las condiciones más rústicas imaginables. Previo a ello, ya habíamos hablado de algunas necesidades y como apoyarlas. Era el año 2000 en Santa María Xoyatla, municipio de Tepeojuma.

“¿Habrá algún molino para desintegrar las piñas?, es que entre 2 personas nos tardamos 8 horas y terminamos muy cansados”, me dijo Plácido. 
“No lo sé -le dije, pero ¿por qué no vamos a Oaxaca?, seguramente ellos deben saber y de paso, conocemos sus formas de producir”.

Recordé entonces que en 1977, cuando cursaba la preparatoria en Chapingo, nos llevaron a los Valles Centrales de Oaxaca y conocimos fábricas de mezcal.
De esta forma se concretó la visita de mezcaleros poblanos en misión tecnológica a microindustrias mezcaleras que les permitió, sin perder lo artesanal, adoptar SIETE innovaciones en esta actividad desconocida por los gobiernos y que, para el 2010, ya contaba con 18 marcas embotelladas.

El inicio de la producción de planta de agave mezcalero en Puebla, el uso de molino para desintegrar las piñas, la fermentación en barricas de madera, mejoras en los equipos de destilación, la incorporación de análisis químicos, el envasado en botella de vidrio, etiquetado y la comercialización organizada, fueron trascendentes enseñanzas aportadas por los productores oaxaqueños.

Hay muchas formas de hacer patria. La mía consiste en conocer lo que hacen las personas, escuchar sus necesidades y anhelos y luego, complementar con el conocimiento y recursos disponibles para encontrar juntos las mejores soluciones.

La industria mezcalera poblana que conocí era totalmente dependiente de la recolección silvestre de piñas que iban a buscar a los cerros haciendo recorridos hasta de tres horas, solo de ida. Las piñas se cuecen aún en hornos, como la barbacoa de hoyo y el desintegrado de éstas era manual, con hacha, y requería 18 horas hombre. Los rendimientos no superaban los 100 litros por tonelada de piñas.

También se usaba sulfato de amonio para acelerar la fermentación la cual se hacía en cueros de bovinos como recipientes. La destilación era muy rústica y tardaba hasta 46 horas por carga de 40 piñas, equivalente aproximado a una tonelada. Se envasaba en botellas de refresco y se tapaban con un pedazo de olote de maíz, a veces cubierto por película de nylon para ajustarlo. El precio de venta nunca superaba los 40 pesos por litro. Era común el temor y la queja de extorsiones por parte de inspectores de alcoholes.

Fue así como se empezó a apoyar a productores para establecer plantaciones de agave mezcalero y producir planta en viveros. Se convino eliminar el sulfato de amonio causante de altos niveles de nitrato y nitrito en el mezcal, adoptando como obligación la realización de análisis químicos de todo lo producido.

El molino realizó el desintegrado de piñas en 55 minutos contra las 16 horas hombre; la destilación se redujo a 13 horas contra 46 anteriormente; el rendimiento de mezcal creció entre 20 y 30 por ciento; y el precio de venta llegó para establecerse a un mínimo de 100 peso por litro.

Fue así que se estableció como un Programa Estatal de Fomento y se destinaron apoyos para los mezcaleros poblanos, entre los años 2000 y 2010, por parte de los Gobernadores de Puebla Melquiades Morales Flores y Mario Marín Torres, lo que permitió el desarrollo de una nueva cultura mezcalera y grandes avances reflejados en el desarrollo de infraestructura, equipamiento y 18 marcas embotelladas de productores en este periodo.

El maguey mezcalero o agave tiene un potencial superior a 250 mil hectáreas en el centro-sur de nuestro estado, posee un alto grado de adaptación a la sequía, es una opción contra el cambio climático y, por sus múltiples usos, sigue siendo una vía para el desarrollo económico de las comunidades pobres y marginadas.

Como podemos ver, el desarrollo mezcalero de Puebla no empezó ayer. Ha requerido de varios años y la concurrencia de múltiples actores públicos y privados. 
La denominación de origen requería de la integración de un padrón de productores y procesadores, lo cual se hizo como hemos descrito. En Puebla ya había tradición mezcalera por lo menos desde hace 80 años. Este último trámite, del que estamos muy agradecidos, lo realizaron con éxito los gobiernos de Rafael Moreno Valle y Antonio Gali Fayad.

Con el repunte del mezcal en el mercado nacional y extranjero se espera un importante desarrollo, principalmente en la Mixteca Poblana, si la organización de productores, maestros mezcaleros, instituciones de investigación, comercializadores y gobiernos, son capaces de integrar un plan rector que regule y facilite la participación de todos para prevenir especulación o posibles abusos. En este tema, el apoyo del gobierno es fundamental.
Puebla, historia y desarrollo de una potencia mezcaleraAlberto Jiménez Merino. Ex Rector de la Universidad Autónoma Chapingo
Imagen: Pixabay, banco de imágenes libre de derechos.