domingo, 26 de agosto de 2018

El Misterio como deporte extremo




- La Historia Jamás Contada -
Hace tiempo que los temas misteriosos forman parte del bagaje cultural de la persona común, quien ya no se arredra y ni siquiera se escandaliza cuando alguien los toca, como era usual en las épocas de Oscurantismo eclesiástico o científico, cuando adquirían el carácter de HEREJÍA -real o virtual- al apartarse de la Verdad revelada por tan augustas Instituciones.

¡Bien por eso! Pero, en contraparte, han venido convirtiéndose en otras más de tantas referencias anodinas que saturan tanto medios abiertos como Internet. Sí, los hechos misteriosos también se han banalizado, no por sí mismos sino por las “explicaciones” y usos que se les da, básicamente en contextos de entretenimiento, aunque también de CULTO, de manera que ya no son hechos sorprendentes que retan a la razón, sino tan sólo confirmaciones de tal o cual doctrina “ocultista” o teoría de conspiración.

Han perdido su encanto, cuando menos en la forma que solemos consumirlos, al grado de que lo mejor que podemos hacer es dejarlos como están para no acabar de trivializarlos. ¿Cómo se llegó a este extremo? ¿Está en la naturaleza del Misterio dejar de serlo apenas se le acepte? ¿Al final serán todos los misterios explicados por la teoría adecuada o integrados en alguna doctrina útil, es decir, humanamente manejable?

Pienso que no, pues la fascinación que ejerce el Misterio sobre la imaginación se debe precisamente a la sospecha de su incompatibilidad irreductible con la Realidad conocida y/o aceptada. No es casual que sus detractores  aludan a su carácter escapista de realidades tan “importantes” como la simulación política u otros temas también políticamente correctos -¿para quién?-, como aquella disyuntiva que planteaban los disidentes “serios” de los ’60 entre el existencialismo hippie y el activismo -o “compromiso”, como le decían- social. (Que tuvo un paralelo cultural aquí en México con LOS SUPERMACHOS, revista originalmente de aguda crítica política, que el Gobierno “despolitizó” convirtiéndola en divulgadora de temas misteriosos. Paradójicamente, ambas versiones contribuyeron decisivamente a la independencia intelectual de nuestra generación.)

Pero hay un aspecto del Misterio que no se compadece con el tratamiento light o, cuando menos, neutro que intentan darle tanto los medios como los cultos a los cuales sirve de soporte. Y no es otro que el HORROR, pues un misterio presenciado o tan sólo evocado nos abre un vacío, como hemos constatado quienes, deseándolo o no, estuvimos expuestos a él. (Como me sucedió a raíz de una experiencia aterradora vivida una noche de diciembre de 1989, que año y medio después todavía me provocaba ocasionales recuerdos intrusivos.)

Esta es precisamente la versión NO AUTORIZADA del Misterio, que muchos se niegan a considerar por resultar demasiado traumática, prefiriendo quedarse en la cómoda posición de considerarlo como ABSOLUTAMENTE inofensivo. Y este empecinamiento en see no evil acaba por desgastarlo, despojándolo de su profundo -y, en gran parte, inconsciente- ATRACTIVO y condenándolo a la banalidad de la que solía rescatarnos.

Así que una por otra: si el MISTERIO nos importa, asumamos que no todo será una excitante y reveladora experiencia, y que bien puede reservarnos alguna desagradable sorpresa, como sucede por lo demás con todo DEPORTE EXTREMO, entre los que debe ser clasificado.


Fernando Acosta Reyes (@ferstarey) es fundador de la Sociedad Investigadora de lo Extraño (SIDLE), músico profesional y estudioso de  los comportamientos sociales.

Imagen: www.forocoches.com