La investigación impulsada desde la empresa en los temas constructivos como el acero, pueden generar desarrollo y traer crecimiento económico a la industria y al país, opinó Enrique García Flores, Vicepresidente de Consultoría y Peritaje del Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Puebla, A.C.
Reconoció que en Puebla las universidades están poco preocupadas en investigación en la estructuras, por ejemplo en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, donde existe la carrera de Ingeniería, lo cual se debe al costo que implica la investigación, no obstante algunas empresas como Novaceramick tienen investigación en viguetas, bovedillas y losas.
Silicon Valley y las computadoras, son el mejor ejemplo de cómo el impulsar la investigación desde las empresas puede abrir nuevos espacios de trabajo, e impactar positivamente la economía, dijo el experto.
Aunque algo de investigación en estructuras se realiza en universidades del Distrito Federal y el Estado de México, lo que está haciendo falta es la investigación en conexiones y sus rotaciones, las articulaciones, los empotramientos, son temas poco valorados y estudiados, así como optimizar los diseños para y llegar a propuestas económicas adecuadas para el cliente y que representen un beneficio a la empresa constructoras por ventaja competitiva.
Comentó que México llega 100 años tarde al uso del acero. Actualmente el material se utiliza en la construcción de naves industriales y edificios altos por sus beneficios en el tiempo de ejecución, durabilidad, limpieza en la obra y su ligereza, para cubrir claros largos, hacer una adecuada cimentación a un más bajo costo y los ahorros que todo esto representa en una edificación. Por eso, en Estados Unidos la estructura de edificios como el Empire State son de acero.
No obstante, la tendencia es utilizar los materiales locales en la construcción como el cemento, área donde se ha desarrollado amplia investigación.
Las estructuras de acero, sin embargo, son empleadas en menor rango, no obstante que México se asienta en una zona sísmica y que podrían resultar más convenientes y seguras, advirtió García Flores.
Agregó que el uso del acero en las estructuras de los edificios, requiere más detalle en cuanto a los planos, soldadura y tornillos e implica una ingeniería más elaborada. El acero es un mejor disipador de energía, por lo que resulta muy adecuado en un movimiento telúrico, el tema está en cómo unir columna y trabes, ya que la conexión debe transmitir el esfuerzo.
ESTRUCTURAS Y SISMOS.
Recordó que a causa de los sismos, como el de 1985 en México, se hizo más estricta la normatividad y reglamentación de la construcción, mientras que a consecuencia de la sacudida que en 1994 vivió Northridge, California, Estados Unidos -donde se afectaron 40% de los edificios- se han podido “tropicalizar” los estudios realizados por la Asociación de Ingenieros de California y la Federal Emergency Management Agency, así como los conocimientos de otras naciones como Japón y Chile, para tener un punto de partida.
Aunque con el tiempo el ser humano olvida lo ocurrido –señala Enrique García- es importante no perder de vista que en cualquier momento puede ocurrir un fuerte movimiento sísmico ya que nos encontramos localizados en La Brecha de Guerrero (también conocida como Guerrero Gap) es una brecha sísmica ubicada en el océano Pacífico mexicano, frente a la región Costa Grande del estado de Guerrero, abarcando una extensión de 230 km desde el sur de Acapulco hasta Papanoa, y que a su vez se localiza dentro de la zona de subducción entre la Placa de Cocos y la placa Norteamericana, se trata de una región que no ha registrado actividad sísmica mayor a una magnitud de 7,0 desde 1911, por lo que tiene una alta probabilidad de que en ella ocurra un sismo de consecuencias considerables, de hecho el devastador terremoto de México de 1985 fue resultado de la subducción de la placa de Cocos bajo la placa Norteamericana.
Concluyó diciendo que cualquier medida que contribuya a prevenir la pérdida de vidas y bienes, como el uso del acero en la construcción, tiene que ser considerado con seriedad e impulsado. Al efecto existen fondos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología que pueden ser aplicados a la investigación del uso del acero en las estructuras de construcción.