Una digna manera de vivir y cohabitar, podría gestarse si como hombres y mujeres hiciéramos a un lado: La doble moral, la falta de integridad, de congruencia, la ambición desmedida y el anhelo de poseer el poder sobre los otros, las otras, la tierra, la naturaleza, los bienes... ¡Lo nuestro! Eliminando así, la invisible pero letal violencia a puertas cerradas y abiertas que nos conducen día a día a la extinción; LA EXTINCIÓN ES PARA SIEMPRE -válgase-
Somos únicos(as) e irrepetibles, valiosos todos y todas.
Una renovada y digna experiencia de vida pudiera surgir si rompiéramos las cadenas internas que nos hacen esclavos de nuestros propios temores, de un tradicional y cautivo pensamiento, codependientes muchas veces de hombres y mujeres; dependientes de sistemas, mitos, creencias, tradiciones, clases sociales, dogmas, estatus, etc.
Todo esto nos divide... Nos separa.
Quizás tenemos creencias equivocadas, heredadas, transmitidas, que nos limitan e involucionan, las que no nos atrevemos a cuestionar, a reflexionar, analizar, ir más allá, la originalidad se agota, se quebranta, se pulveriza.
Quizá somos mujeres y hombres replicando, sin darnos cuenta que nuestro verdadero y legitimo SER, SENTIR, PENSAR Y ACTUAR, estriba desde la libertad, desde la conciencia, desde nuestro libre conocimiento; no desde los otros, no desde la herida, no desde el egoísmo, no desde la ignorancia, no desde la apatiía e indiferencia NUNCA desde el poder.
Descubramos realmente quienes somos, de donde venimos verdaderamente y hacia donde vamos, qué deseamos para nuestra existencia, en que condiciones mentales, físicas, emocionales y espirituales queremos terminar este viaje llamado Vida.
Seamos solidarios(as) con todas y todos: Nuestras compañeros de vida.
Desaprendamos lo tristemente aprendido. Ya no es OPCIÓN, siempre hay un nuevo amanecer, una segunda oportunidad, nuevos conocimientos. Vayamos a ellos sin olvidar nunca a los mas pequeños.
¿Que más podríamos perder? ¿Qué por fin podríamos ganar?
Imagen: laprensasonoma.com
Marcel Moranchel (D. R.)
Publicado
Originalmente En Saber Sin Fin El 31
de enero de 2017
