¿Quieres comprender tu presente? Vuelve la vista hacia tu pasado
JARyM
La mayor parte de las fuentes históricas señalan que la fundación de México-Tenochtitlan ocurrió hace 691 años, exactamente un día como hoy 13 de marzo pero de 1325. Según la Crónica Mexicáyotl -obra escrita en náhuatl por Hernando de Alvarado Tezozómoc (descendiente directo de Moctezuma Xocoyotzin) -fue en esa fecha “cuando entraron, llegaron y se asentaron dentro del tular y carrizal, dentro del agua en Tenochtitlan los ancianos mexicanos aztecas.”
Según cuenta la leyenda, alrededor del año 1160, salieron de Chicomostoc (Lugar de las siete* cuevas) en el norte del país, siete* tribus nahuatlacas (los Acolhuas que junto con los Chichimecas fundaron el reino de Texcoco, los Tecpanecas -que formaron el reino de Azcapotzalco, los Xochimilcas que se establecieron en las orillas del lago al que dieron nombre, los Chalcas que ocuparon las orillas del lago de Chalco, los Tlaxcaltecas que fundaron el reino de Tlaxcala, los Tlahuicas que ocuparon la región de Cuernavaca y los aztecas fundadores de Tenochtitlan) con la idea de poblar el sur. *El número siete siempre tuvo un carácter sagrado para los nahuas, para quienes el dios agrario era el Dios-Siete ligado al fenómeno astronómico que determina la estación de las lluvias.
La tribu de los aztecas, llamados así porque eran originarios de Aztlán, que quiere decir “lugar de las garzas”, fueron los últimos en emprender el largo peregrinaje que tenía como propósito encontrar la tierra prometida por su dios Huitzilopochtli, también conocido como Mexitli. Afirma la leyenda que un día apareció un maravilloso pájaro emitiendo un Thui que era una especie de canto, que en náhuatl significa “ya vámonos”. Como el pájaro repitió varias veces este sonido, un hombre llamado Huitzitón convenció al pueblo para empezar la peregrinación. Con el tiempo Huitzitón se convirtió en el dios Huitzilopochtli (dios de la guerra) y guiaría a los mexicas -palabra que viene de metl que quiere decir maguey y citl que quiere decir liebre -hasta el lugar prometido.
Se cree que la peregrinación duró más de 100 años, los aztecas o mexicas atravesaron los territorios de Jalisco, Michoacán y el estado de México, que estaban ocupados por otras tribus y en donde generalmente no eran bien recibidos. Cuando llegaron al Valle de México, fueron perseguidos y utilizados como servidumbre por diferentes grupos y se establecieron momentáneamente en islotes encontrados en Chalco, Chapultepec y Tizapán, lugar que les fue asignado por el señor de Culhuacan, pero que estaba lleno de serpientes venenosas. La idea era que estos reptiles terminaran con los aztecas, pero fue al contrario, porque ellos aprendieron a utilizar su carne como alimento.
Huitzilopochtli les había dicho que hallarían un lugar maravilloso, dice la leyenda que “una noche Hutizilopochtli se apareció en sueños a uno de los sacerdotes y le indicó que el lugar para asentarse, era donde estaba enterrado el corazón de su sobrino Copil y que lo reconocerían porque ahí encontrarían un águila sobre un nopal devorando una serpiente y esa sería la señal de que habían llegado a la tierra en donde debían de fundar el imperio más poderoso de Mesoamérica. Siguieron su camino hasta que de pronto Tenoch, que era su sacerdote y guía, encontró la señal prometida. Sobre el tunal estaba un águila real con las alas extendidas hacia los rayos del Sol y tenía en las garras una serpiente”.
El águila y la serpiente eran animales sagrados para los mexicas, porque el águila simbolizaba el Sol o al cielo diurno y la serpiente a la noche, además el lugar era fértil y había mucha agua. Dicen que después uno de los sacerdotes se hundió en las aguas y oyó la voz de Tlaloc, dios de la lluvia, que le decía “Sea bienvenido mí amado hijo Huitzilopochtli y todos tus compañeros mexicas porque en este lugar habrán de hacer un gran señorío”. Durante los primeros tiempos de la colonización de las islas, los aztecas fueron comandados por el gran Tenoch, a quien debió su nombre la ciudad, Tenochtitlan, que viene a significar “el lugar de Tenoch”.
Es por esto que el águila posada en un nopal devorando una serpiente es uno de los símbolos más importantes de México. Es el elemento fundamental del Escudo Nacional, así como parte esencial de la bandera de México. Como podrá apreciar, estimado lector, el origen de nuestro país proviene de una de las más hermosas leyendas del orbe, ¿no lo cree así?
Imagen: www.mexicolore.co.uk
Jorge A. Rodríguez y Morgado
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Publicado originalmente en SaberSinFin el 15
de marzo de 2016