sábado, 14 de octubre de 2017

Serendipia, Conectando Vida E Inquietudes




"La suerte favorece a las mentes preparadas"
Louis Pasteur

Una serendipia es un hallazgo inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa muy distinta. Puede referirse también a la habilidad que tiene una persona para reconocer que ha hecho un descubrimiento importante que generalmente no tiene relación con lo que investiga. Se puede denominar también con este nombre a la casualidad, coincidencia o accidente, el término chiripa podría considerarse asimismo como un sinónimo.


Serendipia es un término que no recoge el diccionario de la Real Academia Española, se trata de un neologismo de la palabra serendipity que acuñó el escritor y político inglés Horace Walpole, el cual en 1754, escribió una carta a su amigo Horace Mann, diplomático británico en Italia, en la que utilizaba el término serendipity.

Mann había enviado a Walpole un retrato de Bianca Capello, aristócrata del s. XVI que luego se convirtió en Gran Duquesa de Toscana al casarse con Francesco de Médici. Como el cuadro no tenía marco, Walpole quiso ponerle uno con el escudo de armas de los Capello. En la carta, explicaba a su amigo que había tenido mucha suerte ya que buscando el escudo de los Médici en un libro veneciano de heráldica, encontró el de los Capello: "Este descubrimiento ha sido casi como de los que yo llamo de serendipidad, una palabra muy expresiva (...) Leí un sencillo cuento titulado “Los tres príncipes de Serendip”. A medida que sus altezas reales viajaban, por accidente y gracias a su sagacidad, iban descubriendo cosas que no buscaban…"

Serendip, nombre árabe de la isla de Ceilán, la actual Sri Lanka, ha servido en la actualidad para reconocer que muchos de los científicos de todos los tiempos han obtenido logros gracias a las casualidades, tan es así que el mismo Albert Einstein reconoce esta cualidad en algunos de sus hallazgos. Existen casos de serendipias en obras literarias, cuando un autor escribe algo que ha imaginado y que no se conoce en su época, y se demuestra posteriormente que eso existe tal como lo definió el escritor, con los mismos detalles. No se debe confundir con la anticipación o la ciencia-ficción, donde se adelantan inventos mucho más genéricos que casi todo el mundo cree que probablemente existirán algún día.

Lo anterior viene al caso porque hace unos días se publicó que “témperas (un tipo de pintura), agua y una batidora fueron suficientes para que en los años 50, y en su propia cocina, Bette Nesmith Graham inventara el Mistake Out (Fuera error), que posteriormente fuera conocido mundialmente bajo el nombre de Liquid Paper”.

La Serendipia no se debe confundir con el azar, ya que es un proceso guiado por nosotros mismos, aunque muchas veces de forma inconsciente, se le ha definido como “la colisión de pequeñas cosas que puede ser guiada hacia propio beneficio”. Alexander Fleming cuando estaba trabajando en su laboratorio, una de las placas en las que estaba cultivando bacterias se contaminó con un hongo, lo que produjo la muerte de aquellas bacterias y gracias a ese suceso, Fleming descubrió por serendipia la Penicilina.

Gracias a la Serendipia han nacido ideas como: los Post-it, el celuloide, el horno de microondas, el LSD. El mismo Steve Jobs habló de ella en su famoso discurso motivador de Stanford, en el que afirmaba que “en los tiempos en que abandonó la universidad, decidió asistir solo a los cursos que despertaran su interés”. Así es como empezó a recibir clases sobre Tipografías. Quién le iba a decir que ese aprendizaje le serviría 10 años después. Las tipografías que incluyó en el primer Macintosh fueron uno de los elementos que marcaron la diferencia con el resto de tecnologías que existían en aquella época.

La clave para no dejar escapar ningún momento de Serendipia consiste en no despreciar ningún tipo de aprendizaje y estar preparados para emplearlo cuando llegue el momento. Esto implica una actitud de curiosidad y receptividad constante, porque aunque no seamos conscientes de ello, en nuestro cerebro hay una actividad incesante de nuevas conexiones que pueden originar grandes ideas.

Tenemos que confiar, dejarnos llevar por la serendipia e integrarla como parte natural de nuestra vida, porque los puntos que hoy se muestran dispersos, puede que algún día encuentren la forma de conectarse y lleguemos a descubrir algo genial y a la vez inesperado, ¿o usted qué opina amable lector?

Jorge Rodriguez y Morgado 2Jorge Rodriguez y Morgado 2Jorge Rodríguez y Morgado (jarymorgado@yahoo.com.mx) es catedrático universitario, conduce:ConoSERbien en Sabersinfin.com