Publicado originalmente en Saber Sin Fin el 10 de junio de 2017
"Lo de esta vida es prestado, que en un instante lo hemos de dejar como otros lo han dejado" Nezahualcóyotl
Hoy, 4 de junio, día en el que se lleva a cabo la elección para elegir Gobernador en el Estado de México, coincidentemente se cumplen 545 años del fallecimiento del monarca Nezahualcóyotl, conocido como el “Rey poeta”. Fue el principal aliado militar y político de los mexicas que gobernó durante 43 años la ciudad-estado de Texcoco en el México antiguo (en la actualidad es un municipio del Estado de México). Gobernante que basado en su inteligencia y en el constante estudio del hombre y la naturaleza, logró convertir a su ciudad en el foco cultural más importante del México antiguo.
Hijo del sexto señor de los chichimecas, Ixtlilxochitl y de la princesa mexica Matlalcihuatzin, quien al nacer, le fue asignado el nombre de Acolmiztli (felino fuerte), pero las circunstancias hicieron que se cambiara el nombre por el de Nezahualcóyotl que significa “coyote que ayuna”, entendiéndose el ayuno como una forma de sacrificio. Estudioso de los astros y de la estrecha relación que existía entre lo divino, lo humano y el universo, logró desarrollar una teoría filosófica que fue reconocida entre los intelectuales europeos.
Desde su infancia y durante su adolescencia recibió una educación correspondiente a su casta. Estudió primero con tutores designados por su padre y más tarde en el calmecac (escuela donde asistían los jóvenes de las clases privilegiadas y gobernantes), de esta forma aprendió la escritura, los ritos y tradiciones ancestrales de sus orígenes, la historia, las enseñanzas y las doctrinas heredadas por sus antepasados y las artes de la guerra y la política, que lo prepararían para gobernar a su pueblo.
Además de historiador, poeta y amante de la naturaleza, se destacó también como urbanista ya que participó en la construcción de importantes obras hidráulicas y realizó el asesoramiento a los aztecas para la construcción del acueducto que llevaría el agua dulce desde Chapultepec hasta Tenochtitlán. Participó activamente en la remodelación del Templo Mayor de Texcoco que estaba dedicado a Huitzilopochtli y a Tláloc, a cuya terraza superior se ascendía a través de 160 escalones. Implementó en Texcoco la biblioteca más importante del Valle de México y gracias a ello se establecieron los primeros misioneros, construyendo aquí la primera escuela de enseñanza cristiana.
Llegó a construir un jardín botánico adornado con pozas de agua y acueductos, donde eran habituales las reuniones de poetas e intelectuales, por lo que ganó la reputación de sabio y obtuvo fama como poeta. Su formación intelectual quedó reflejada en sus manifestaciones poéticas y filosóficas, fue él quien comenzó a desarrollar la idea de un dios único. Nezahualcóyotltuvo especial interés por las obras de servicio y ornato, por lo que edificó presas, acueductos, palacios, templos, monumentos, calzadas y jardines. Gracias a su visión estética, buscó armonizar los requerimientos de los sistemas urbanos con las condiciones naturales del medio ambiente. Hizo edificar más de cuatrocientas casas y palacetes “para los señores y caballeros de su corte, cada uno de acuerdo con el rango y los méritos de su habitante”.
Su mayor obra fue un gran dique de piedra y madera que los españoles llamaron “el gran albarradón” que se extendía por más de 16 km y que sirvió como defensa contra las inundaciones que afectaban a esa ciudad, además de que impedía que se mezclaran el agua salada y el agua dulce del gran lago. Esta gran obra le valió la reputación de mejor arquitecto de las Américas.
Conocido como el "Rey Poeta", Nezahualcóyotl escribió numerosos poemas que se dice se conservaban en la Antigua Biblioteca de Texcoco, entre ellos el más conocido es el que aparece en los billetes de cien pesos, además de su rostro: “Amo el canto del zenzontle, pájaro de las cuatrocientas voces. Amo el color del jade, y el enervante perfume de las flores, pero lo que más amo es a mi hermano, el hombre”. Así mismo, su influencia en el aspecto filosófico se aprecia en el poema: “Yo Nezahualcóyotl lo pregunto: ¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra? Nada es para siempre en la tierra: Sólo un poco aquí. Aunque sea de jade se quiebra, Aunque sea de oro se rompe, Aunque sea plumaje de quetzal se desgarra. No para siempre en la tierra: Sólo un poco aquí”.
Nezahualcóyotl nombre inscrito con letras de oro en el muro de honor de la Cámara de Diputados del Congreso Mexicano.
Autor: Jorge Rodríguez y Morgado (jarymorgado@yahoo.com.mx) es catedrático universitario, conduce: ConoSERbien en Sabersinfin.com
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