miércoles, 11 de octubre de 2017

Mensajes de la capilla Sixtina


La capilla estará terminada cuando yo quede satisfecho de sus cualidades artísticas.
Miguel Ángel Buonarroti

Uno de los monumentos más importantes de la ciudad del Vaticano es la Capilla Sixtina. Construida a partir del año 1475 como Capilla de Palacio, conocida originalmente como Cappella Magna, la cual sirvió además como fortificación para la defensa de la ciudad. La Capilla Sixtina toma el nombre del Papa Sixto IV y es la capilla más famosa del palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano, residencia oficial del papa y actualmente es la sede del cónclave. La fama de la Capilla Sixtina se debe principalmente a su decoración al fresco, y especialmente a la bóveda y El Juicio Final, obras de Miguel Ángel.


Durante el pontificado de Sixto IV, un grupo de pintores renacentistas realizó dos series de pinturas al fresco sobre la vida de Moisés  y la de Jesucristo, acompañadas por retratos de los papas que habían gobernado la Iglesia hasta entonces. Las pinturas fueron concluidas en 1482, y el 15 de agosto de 1483, con motivo de la festividad de la Asunción, Sixto IV celebró la primera misa en la capilla y la consagró a la Virgen María.

En marzo de 1508 el Papa Julio II decidió renovar la decoración pictórica de la bóveda de la Capilla, antes pintada de azul claro con estrellas de oro, y confió su ejecución a Miguel Ángel. El encargo no fue recibido con agrado por el artista que se consideraba más escultor que pintor y hubiera preferido dedicarse sólo al proyecto de la tumba de Julio II, iniciada en 1505. Lo cierto es que Miguel Ángel se negó en un primer momento, y sólo en mayo de 1508, bajo la orden terminante del Papa, se puso a trabajar, prosiguiendo luego completamente solo, y rechazando hasta los colaboradores puramente manuales. Los trabajos procedieron posteriormente con gran rapidez; la primera parte de la bóveda fue descubierta en agosto de 1511 y Julio II celebró la inauguración el 2 de noviembre de 1512.

Años después, Miguel Ángel pintó El Juicio Final en la pared del altar entre 1536 y 1541, para los papas Clemente VII y Pablo III. Más de 500 años después, los frescos de Miguel Ángel, al crear una obra de arte sin precedentes que cambiaría el curso del arte occidental, siguen atrayendo a multitudes de visitantes a la capilla.

El restaurador Silvio Goren se hace las siguientes interrogantes: ¿Dejó Miguel Ángel Buonarroti mensajes en los frescos con los que decoró la Capilla Sixtina? ¿Se trató de una reacción del genio renacentista contra el inmenso poder que la Iglesia Católica tenía en su tiempo? ¿Qué fue lo que trató de decirnos desde su arte?, preguntas las cuales trata de dilucidar en su libro “Los mensajes ocultos de Miguel Ángel en el Vaticano”.

Son varios los textos que avalan la idea de que Miguel Ángel pintó en la Capilla Sixtina mucho más de lo que se puede contemplar a simple vista. “Miguel Ángel pintó la Capilla Sixtina en el Siglo XVI, una época en que tanto la religión como la ciencia creían tener la verdad absoluta”, afirma Goren, e introduce la idea de que quizás lo que el artista trató de decir fue que ambas, religión y ciencia, eran parte de la misma cosa: ¿El cerebro humano? Ya que en la parte central del techo de la Capilla Sixtina, Miguel Ángel pintó nueve escenas que narran el libro del Génesis. De ellas, la más conocida es La creación de Adán. La escena representa el momento exacto en que, según la tradición judeocristiana, Dios le dio vida al primer hombre.

A primera vista, Dios y Adán son los únicos personajes pero, según Goren, hay algo oculto en la imagen: el manto que encierra la figura de Dios representa casi de forma exacta un cerebro humano, con arterias, glándulas y nervios ópticos, visto en su corte lateral, esto significaría que Miguel Ángel quiso indicar que Dios dotó a Adán no sólo con la vida, sino con la inteligencia, Goren asevera que en la figura se ve, además, un ángel triste, “la única expresión de tristeza que aparece en toda la bóveda”, “y está situado justo en la zona del cerebro que se activa cuando alguien tiene un pensamiento triste”. ¿Cómo Miguel Ángel conocía tan bien la anatomía y estructura del cerebro? Goren sostiene, que pudo haber adquirido muchos de sus conocimientos durante sus contactos con Leonardo Da Vinci.

Pero ¿cuál fue el verdadero propósito de sus pinturas? Hipótesis, caben todas, no lo cree así amable lector.

Imagen: Taringa.net

Jorge Rodríguez y Morgado (jarymorgado@yahoo.com.mx) es catedrático universitario, conduce: ConoSer Bien en Sabersinfin.com.