viernes, 27 de octubre de 2017

Halloween Y La Escena Multicultural Urbana


Hace una generación se convirtió en objetivo cuasioficial deshacerse de ciertos ritos, costumbres y modas que no encajen en el mosaico provinciano de lo “mexicano” tal como lo definen la sacristía del Partido gobernante –la fracción clerical del PRI- o el mismo Partido-sacristía que vino –temporalmente- a sucederlo, el PAN. No es más que la consecuencia lógica de haber estipulado como destinos turísticos aldeanos –para hipotéticos visitantes de idéntico origen y aspiraciones- ciertos lugares que, hasta el final de los ’70, seguían un desarrollo “normal” para su tendencia histórica.


Dos fueron las manifestaciones que comenzaron a ser sistemáticamente atacadas entonces por los ideólogos nacional-hispanistas ahora a cargo de la Cultura oficial: Santa Claus y el Halloween, que anteriormente formaban parte de las opciones para festejar y regalar accesibles a la clase media (profesional) y alta, junto a las tradicionales católicas europeas como las Posadas y los Santos Reyes, además de la muy extraña del Día de los Muertos, obsesionante como el Inferno de la Comedia dantesca. (Seguramente por eso la documentó el cineasta soviético Sergei Eisenstein.)

marcha siniestra 2014Se trataba de una coexistencia pacífica a la que se iban sumando con toda naturalidad otras costumbres pintorescas de alrededor del Mundo, enriqueciendo el imaginario fantástico popular, como otrora los cuentos de hadas, las novelas de aventuras del siglo XIX y, más recientemente, los COMICS. Hasta ahí todo marchaba en este proceso de aculturación no dirigida, que ofrecía al individuo la oportunidad de identificarse o no con personajes o situaciones específicas… Pero llegó el totalitarismo oficioso que aún pretende imponer una visión ÚNICA de lo trascendente, el Más Allá o como quiera llamársele, como en los peores tiempos de la Inquisición.

Esa visión, como no podía ser de otro modo, es la del integrismo español, sólo que convenientemente indianizado –“indiano” se llamaba en la Península al que venía a “hacer la América”-, incorporando elementos culturales indígenas inofensivos o fácilmente asimilables por la mencionada ideología supremacista. (Aquí en la Ciudad existen algunas “esculturas” -¡perdón, artistas plásticos!- representando a un poblador originario arrodillado ante un bondadoso monje-conquistador: la sola imagen lo dice todo.)

Pero la realidad objetiva es muy diferente, pues la diversidad cultural –a veces, radical- es un hecho cotidiano: basta con ir y venir por las ciudades, hacer turismo (intra)urbano –no dirigido, desde luego- para percatarse que la gente es muy diferente entre sí, tanto en sus actividades de subsistencia como de ocio, ¿por qué no habría de serlo entonces en lo que o como lo celebra?

Hay quienes conmemoran ritual y expresivamente a sus muertos, otros sólo los evocan y reflexionan sobre el hecho, otros más los encarnan –los zombies o “muertos vivientes”-, junto al Panteón –“todos los dioses”, en griego- de los seres oscuros -¡Saludos, MARCHA SINIESTRA!- y otros más aún, por sus propias razones, prefieren no pensar en ello. Pero ninguna de estas actitudes y comportamientos es para escandalizarse, mal que les pese a los tradicionalistas provincianos recalcitrantes -¡tres cosas en una!- que quieren encerrarnos en su estrecho criterio.

Imagen: Facebook.com/MarchaSiniestra Puebla

Fernando Acosta ReyesFernando Acosta Reyes (@ferstarey - feracosta955@gmail.com) es fundador de la Sociedad Investigadora de lo Extraño (SIDLE), músico profesional y estudioso de los comportamientos sociales.