Amigos de sabersinfin.com, ¡Qué tal!, seguramente muchos hemos escuchado la música y canciones de Billy Joel, o tal vez tan sólo hemos escuchado su nombre. El día de hoy, quiero platicarles un segmento de su vida, un momento crucial en el cuál decidió vivir o morir. Espero, no que les guste la colaboración del día de hoy, sino que reflexionemos sobre nuestras decisiones en la vida.
Siempre hay que tener fe en el todo poderoso, (sea cual sea la religión o filosofía que usted profese), no en mí fe ni en su fe, recordemos que las diversas escrituras cristianas (cualquier religión que cree en Cristo) dicen que “tengamos fe como un grano de mostaza” (Mateo 17:14-20), y con eso moveremos montañas, y déjenme amigos de sabersinfin.com llevar este ejemplo a la práctica. Todos conocemos a Billy Joel, y si usted no lo conoce, pues ahorita va a escuchar quien es él.
Billy Joel, es un cantante mundialmente conocido, pero su padre quería que fuera abogado, pero como a Billy Joel, le gustaba la música y no tenia cabeza para otra cosa, su padre dijo, “bueno si mi hijo no me va a dar gusto, si no me va a resultar científico; voy a darle entonces la instrucción para que aprenda el piano, total, lo importante es que no sea un vago, mejor que aprenda algo”.
Billy Joel, estudió la primaria, la secundaria y cuando llegó a la preparatoria desertó, porque no le gustaba la escuela, y dijo, “con lo que yo se música, a los 16 años dándole al piano 2 horas diarias, creo que ya seré reconocido”.
En ese entonces nadie sabía quién era Billy Joel (1967), ahora ya sabemos quien es, pero a los 16 años, nadie sabía quién era él, y él pensaba que le iban a abrir todas las puertas de los lugares famosos para que tocara... y gran decepción, le decían: “bueno, usted lleva 16 años tocando piano, y que con eso, hay muchos que llevan mucho más tiempo, así es que empiece a tocar por donde se pueda”.
Tras este tipo de respuestas, no se desanimó, y empezó a tocar en bares y en cafés, donde la audiencia no le ponía atención, pues estaban tomando, platicando y Billy Joel se fue sintiendo poco a poco frustrado y decepcionado de que la vida no era como él esperaba. La fama y la fortuna no estaban tan cerca como él esperaba.
Así pasó 3 años, y por si fuera poco, la novia que tenía, estaba esperando a que él se hiciera famoso, millonario y magnate, como él mismo se lo había prometido, y al no ver claro, pues, terminó su relación con él.
Una vez que la novia termina con Billy, al no encontrar un lugar famoso donde se presentara y al no tener la fama y la fortuna que él esperaba, cayó en una terrible depresión, tan tremenda, que dejó de comer, dejó de dormir, y cuando ya estaba al borde de la muerte, sus amigos le dijeron: “Oye, porque no vas a ver a un siquiatra”, Billy Joel decía: “no, mejor me suicido”, “Bueno”, le decían sus amigos, “ve al siquiatra y después te suicidas, pero por lo menos haz la lucha de curarte”.
Y dicen que el doctor que le recomendaron lo citó en un hospital de salud mental, Billy, que ya tenía 21 años de edad fue al hospital, y cuando entró vio varios pabellones, sin embargo, uno en especial le perturbó, pues al ver cómo estaba la gente allí, trastornada de sus facultades y otros bajo los efectos de las drogas que les daban, Billy quedó tan impactado, que en ese momento se curó, no por un tratamiento siquiátrico, no por medicamentos que le administraran, únicamente con ver a toda esa gente internada sufriendo, reflexionó y pensó hasta dónde le iba a llevar su depresión si seguía así: a un hospital siquiátrico.
A partir de ese momento Billy Joel dijo lo siguiente: “De hoy en adelante, ninguna persona, ni ninguna desilusión vale lo suficiente para suicidarse o para terminar en este hospital siquiátrico, porque la vida siempre merece la pena vivirse, siempre hay algo que agradecerle a Dios, y el cambiar significa aprender de nuestros errores”.
Así que mis amigos lectores de sabersinfin.com, jóvenes, señoritas, niños, niñas, papás, mamás, abuelos, abuelas, todos en general, no se vayan a suicidar por que el novio o la novia los dejo, porque los papás no nos dejaron salir, porque los hijos son rebeldes, porque me quedé sin trabajo, sin dinero, o porque ya estoy viejo… no se preocupen pues habrá más oportunidades en el futuro, mejor ocúpense en solucionar sus pequeños problemas (digo pequeños, porque si vemos los de los demás… nos daremos cuenta que esos sí son problemones). No hay mal que por bien no venga, la vida no está hecha de caprichos, nosotros debemos luchar por lo que queremos ser y ser felices y que no sean las cosas que nos van pasando, las que vayan perturbando nuestra salud, porque las situaciones no fueron como hubiéramos deseado. Y pongan mucha atención, porque en última instancia son nuestras decisiones y no las condiciones de nuestra vida, las que determinan nuestro futuro.
Billy Joel lo aprendió, y su ejemplo nos puede servir a muchos que acostumbramos echarle la culpa a todo menos a nuestros actos, recuerden que no son las condiciones de lo que nos pasa lo que vale la pena, lo que va a cambiar las cosas por arte de magia, sino las decisiones que tomamos, para realizar un verdadero cambio. Joel tuvo dos opciones: o se dejaba morir en ese hospital siquiátrico, o cambiar de actitud y gracias a ese cambio, hoy sabemos quien es Billy Joel, un gran músico, cantante y compositor estadounidense, que nació el 9 de mayo de 1949. Uno de sus éxitos más famosos es “Piano Man” (el hombre del piano), actualmente es reconocido como el pianista más fino del rock and roll en la historia de la música mundial.
Elda Ruíz Flores es licenciada en Periodismo y Comunicación Colectiva, conduce el programa de InteligenciaSexual.com.