viernes, 13 de octubre de 2017

5 de mayo, siempre sí, somos mexicanos


"Tengamos  fe  en la justicia de  nuestra causa; haciendo triunfar  no sólo a nuestra patria, 
sino también los principios de respeto y de inviolabilidad de la soberanía de las naciones."
Benito Juárez García.

   A sólo un año de haber sido reelegido presidente de la república, Benito Juárez se encontraba inmerso en una gran cantidad de problemas políticos, acomodos en el gabinete presidencial y presiones económicas por varios gobiernos internacionales.


   Recién estaba el recuerdo de la invasión norteamericana -1846/1848- y tras una ardua meditación de las prioridades del país, se tomó la decisión de suspender los pagos de los préstamos a países Europeos de los cuales, Francia decidió mandar tropas a nuestro territorio para garantizar sus pagos.

   La situación era muy delicada, el ejército francés al mando de Napoleón III, tenía recientes batallas ganadas en Europa y era considerado como el mejor ejército del mundo.

   La preocupación de México ante esta invasión, era sólo comparable con la que debieron haber sentido los Norte Americanos al saber que España, Inglaterra y Francia se encontraban ya en México y sólo gracias a la intervención del Ministro de Relaciones Exteriores del gobierno mexicano, Manuel Doblado, España e Inglaterra retiraron sus tropas, como lo establecía el punto número cuatro de los Tratados de La Soledad. Sin embargo, Francia se negó a abandonar el territorio mexicano y en marzo de 1862 avanzó al interior con un poco más de 5,000 soldados, bajo el mando de Charles Ferdinand Latrille, Conde de Lorencez. Por lo tanto, los franceses, de tomar México,  instaurarían una monarquía y existía lo posibilidad de apoyar al ejército yanqui del lado de los  confederado para dividir por completo a los E.U.

   Los planes de los "gabachos" -como llaman los españoles a los franceses- eran, garantizar sus pagos, instaurar una monarquía que abarcaría desde México hasta centro y Sudamérica. Su poder militar y tecnología bélica, garantizarían esa tarea.

   Ya próximos los franceses a la ciudad de Puebla, los generales Porfirio Díaz y su hermano Felix    deseaban hacer frente al invasor -como se los pedía su espíritu militar- sin embargo los efectivos del ejército mexicano se encontraban en desventaja franca ante los Galos, por lo que sería más valioso ante esta batalla usar la táctica en vez de la fuerza.

  El general Ignacio Zaragoza ordenó que se dieran facilidades para la entrada de los franceses -valiendo incluso mentir al enemigo- y ya una vez al alcance de los nuestros se pudo hacer frente al grado de replegarlos hasta Córdoba por un corto tiempo ya que los  enemigos pudieron  reorganizarse y regresaron para tomar puebla.

   La fecha histórica del 5 de mayo de 1862 donde ocurrieron estos hechos, es considerada por algunos países como la fecha de nuestra independencia y hasta como la fecha más celebrada en nuestro país dentro y fuera de él. Año con año, Celebramos haberle ganado al mejor ejército del mundo -aunque sólo fue por un momento- es motivo de orgullo nacional y estos tiempos de pérdida de identidad globalizada, aunque no todo es como no los cuentan, estamos dispuestos a celebrar un año más y de paso, a sentirnos orgullosamente mexicanos.

Amilcar Chan 3Amilcar Chan es médico cirujano egresado de la Universidad Autónoma de Tlaxcala.

Publicado originalmente en Saber Sin Fin el 1 de mayo de 2014