La inspiración en la composición artística se asocia con la creatividad y el deseo. Literalmente, la palabra significa “recibir el aliento” y tiene sus orígenes en la cultura griega donde se creía que este estado emanaba de las musas, es decir, que la inspiración artística tenía su origen en algo divino. Conducen: Juan Carlos Martínez y Galia Sánchez.
(Información complementaria)
La inspiración tiene entidad propia y podemos diferenciarla, entre otras cosas porque es un estado mental, súbita, efímera, subjetiva, trascendente y motivadora. Sigmund Freud, Young y otros psicólogos posteriores plantearon que la inspiración del artista era producto de un conflicto psicológico no resuelto o de un trauma de la niñez. Más aún, la inspiración podía originarse directamente en el subconsciente. Se plantea que existe un material psíquico reprimido que lleva al artista a la necesidad de expresarse. Esta actividad soluciona los problemas neuróticos del individuo que escribe y lo mismo pasa con el lector que logra identificarse porque experimenta un placer cuando se proyecta con la obra y con sus propias necesidades de descarga pulsional.
