Esta imagen fue la última fotografía que me tomé con mi querido primo Víctor Alonso Laya Villalobos, en San Cristóbal-Venezuela. Están en los extremos nuestros primos Cristian y Ronald Eduardo. Era la celebración de mi despedida un día antes de que me viniera a México. Cómo mensaje místico él me llevó al terminal para irme a Cúcuta. Fue el último familiar a quien abracé antes de mi partida. 10 meses después Víctor murió en un fatídico accidente de tránsito. Van aquí unos poemas que he escrito en su homenaje, al cumplir un año de abrir las otras puertas del alma./Luis Manuel Pimentel
1.
¿Quién tocó la puerta para tu retiro?
todavía no me atrevo a escuchar la música del llano
porque me parte el alma en 42 mil pedazos
¿Qué quisiste enseñarnos?
una anomalía llanera de Achaguas
otra forma de plasmar tu recuerdo
lo que nos depara el futuro,
ya no te puedo decir, ven Víctor,
dime cuál es la próxima canción que pongo,
quieres otra cerveza. Ven,
y ponte firme en este apartamento donde ahora vivo
para que reclames al buen pastor ese quiebre del destino,
¿ya hablaste con nuestra abuela Carmen Luisa?
seguro estaba dormida cuando llegaste
no te esperaba tan temprano,
mira cómo te nos adelantaste.
2.
Víctor,
los grillos que a esta hora suenan
me dan escalofrío
una nube que siento quiere unirnos.
Te quedaste dormido
en el regreso del Hijo Pródigo,
diste un paso al frente
¿qué pensaste?
si tú nos dabas la fuerza militar.
3.
Eres delirio
eres oro
eres padre
eres hijo
eres familia
eres amado
eres hoy
un soldado por amor a su patria
4.
Se me viene la muerte
también el recuerdo que nos dejaste
como trompo violento,
con tu silencio escondiste el dolor
que más de una vez pegó en tu alma,
¿para qué dejar esto?
cigüeña entrando al mastranto
colibrí que picó en la ilusión del arpa
espíritu que anda suelto por el llano
madrugada de octubre
metamorfosis
también sol
araguato, luna, pájaro
canción que resuena en nuestro pecho
herida, velocidad, viaje, perro
que no se queda quieto
laguna donde se refleja tu cara
para siempre.