lunes, 2 de septiembre de 2019

Rescate de la pesca, alimentación y economía de comunidades ribereñas (Artículo)


1 de septiembre de 2019


Un Nuevo Comienzo




Las comunidades ribereñas han basado su economía en los cuerpos de agua existentes. Ríos, lagos, presas y mares han sido fuente de peces. De las tres primeras fuentes han obtenido agua para la producción agrícola o para consumo.

Pero al igual que otros recursos naturales, las especies acuícolas no han escapado a la sobreexplotación que se practica de forma consciente o inconscientemente. La sobrepesca oceánica ya forma parte de los siete jinetes del apocalipsis ya anunciados.

Cientos de comunidades a la orilla de ríos han sido beneficiadas por las especies acuícolas y su economía depende en una gran proporción de lo obtenido de estos cuerpos de agua. Pero no hay un plan ordenado de aprovechamiento que los haga sustentables y sostenibles.

“El río es nuestro padre, nuestro rey, nuestro jefe que nos da de comer”, me dijeron en Teteloloyan, municipio de Tlacuilotepec, en Puebla. Pero al recorrer la ribera encontramos que al rey le tiraban la basura en una de las calles cercanas para que se la llevara la creciente. Un 70 por ciento de la economía de esta comunidad viene del río y el otro 30, del cultivo de café. 
El Bagre del Río Balsas es una especie endémica que ha estado presente en los ríos de Oaxaca, Guerrero, Puebla, Morelos, Estado de México, Michoacán y Jalisco. Ha sido una importante fuente de alimento e ingreso para las comunidades ribereñas.

Su aprovechamiento se ha hecho desde hace décadas, principalmente en las primeras lluvias cuando el río al revolverse por primera vez en la temporada, “mata los peces” que salen a la orilla donde la gente los aprovecha.

La primera avenida del Río provoca descensos bruscos en la cantidad de oxigeno que hace que los peces vayan a la orilla y en un periodo de 40 minutos la gente aprovecha para pescar lo más que puede. Este hecho es el origen del refrán “A río revuelto, ganancia de pescadores”.

Nuestros viejos recuerdan que había bagre en el río Atoyac, Nexapa, Atila, Tlapaneco, Mixteco, Acateco, Tizac y en varias barrancas.

En Puebla, el primer proyecto de cría de bagre en estanques se instaló en Coatzingo, en 1987, y en 2005 se inició el proyecto de Tlaucingo, Teotlalco. Actualmente varias familias mixtecas viven de la pesca y venden el pescado a precios que varían entre 100 y 120 pesos kilogramo.

Una situación similar se vive en la Sierra Norte y Nororiental de Puebla y gran parte de Veracruz con la Acamaya o el Ajolote en la región del altiplano mexicano.

La baja escolaridad de la población, la insuficiente atención de la escuela en el conocimiento de los recursos naturales disponibles, el desconocimiento de las especies, la contaminación de ríos con aguas residuales y basura, la falta de apoyos técnicos y la aplicación de artes inadecuadas de pesca, han provocado un grave descenso en la población de especies en los ríos y cuerpos de agua. Presas y lagunas son un buen ejemplo de esto.

Las comunidades ribereñas se encuentran en condiciones de pobreza aun contando con ríos porque no se ha promovido el aprovechamiento tecnificado y racional de sus recursos naturales.

Si no se actúa, las especies pueden llegar a perderse y con ello todo su potencial alimenticio y económico ya que su ciclo biológico se encuentra muy deteriorado porque las nuevas poblaciones que se encuentran en los ríos no alcanzan la fase adulta.

Por estas razones, iniciamos un plan de rescate y fomento de las especies acuícolas para la recuperación de poblaciones y capacidad productiva de los cuerpos de agua. Estas son algunas medidas acordadas con las comunidades, no impuestas por la autoridad.

-Establecer comunicación con los presidentes municipales, regidores de agricultura, ganadería, ecología y educación en cada municipio ribereño.

-Revisar los niveles de contaminación de ríos, prevenir y solucionar problemas de descargas de aguas residuales.

-Identificar y organizar a los pescadores para realizar acciones de capacitación, vigilancia, fomento, asesoría y desarrollo de proyectos.

-Evitar el lavado de ropa y tirar basura en ríos y cuerpos de agua.

-Definir el paquete básico de recomendaciones e innovaciones tecnológicas.

-Revisar las artes de pesca, eliminar las que han sido nocivas y promover la repoblación natural de los ríos.

-Identificar, adoptar y transferir experiencias exitosas sobre el rescate y fomento de especies.

-Promover acciones que mejoren las condiciones de Refugio, Reproducción, Alimentación y Desarrollo de las especies.

-Identificar la época de reproducción y promover el establecimiento de épocas de veda de las especies acuícolas.

-Identificar centros naturales de reproducción y protegerlos como Santuarios proveedores de crías en ríos o cuerpos de agua.

Pero fundamentalmente, capacitar a la población y preparar a nuestros niños y jóvenes para una mejor relación con el medio ambiente y los recursos naturales que serán su fuente de vida.



Alberto Jiménez Merino
Director Centro de Innovaciones Agroalimentarias y 
Tecnológicas (CIAT) Puebla