domingo, 1 de septiembre de 2019

¿Exorcismo o acompañamiento psicológico?



- La Historia Jamás Contada -

Hace dos semanas, escuchando “La Mano Peluda” afterhours en una emisora local, un hombre joven relataba sus experiencias después de haber estado presente en una sesión de exorcismo. Conforme iba haciendo la historia de las extrañas sensaciones que parecían perseguirlo tras la traumática experiencia, comencé a reconocer lo que yo mismo había vivido durante más de un año a partir de la madrugada del 24 de diciembre de 1989 en la que un amigo y yo presenciamos lo que parecía ser la posesión de una joven con quien habíamos estando disfrutando de esa velada previa a la Navidad.

Con el paso del tiempo fue desapareciendo la perturbadora sensación –de hecho es todo un síndrome-, aunque sin dejar de presentarse ocasionalmente en situaciones por completo ajenas al entorno terrorífico que la originó. Una psicóloga que conocía me explicó unas semanas después, cuando le relaté el incidente y sus secuelas, que ciertos síntomas orgánicos inusuales que se me venían presentando, eran consecuencia del stress por el que atravesaba.

Volviendo al Programa en cuestión, los conductores sólo acertaron a repetir al preocupado radioescucha lo que invariablemente aconsejan a todos los aquejados –real o aparentemente- de un acoso “sobrenatural”: acudir a un ministro –o similar- religioso para que le practicara un… exorcismo. ¡Pero si eso fue la causa de todo!

Por ello es de la mayor importancia reconocer lo que se juega en situaciones tan desconcertantes como una posesión o evento similar, pues rápidamente se convierte en una  reacción en cadena donde las propias emociones de los humanos pueden hacer el “trabajo sucio”, esté presente o no alguna fuerza extraña.

Ya en un artículo anterior, ÍNCUBOS, SEXO Y SALUD MENTAL (disponible en este mismo blog), aparte de relatar algunas incidencias del caso que viví, convoqué a los profesionales de la Salud Mental con una actitud abierta, a participar tanto en el esclarecimiento de estos enigmáticos sucesos como a brindar apoyo especializado a sus protagonistas y testigos.

Ayer, documentándome sobre el TRASTORNO POR  ESTRÉS POSTRAUMÁTICO, di con una página completísima que seguramente será de utilidad no sólo a mis amables lectores semanales, sino también a los Investigadores de lo Extraño y –me atrevo a decir- hasta a los mismos EXORCISTAS, al proporcionarles una guía para deconstruir esos complicados casos en sus distintos componentes, primer paso lógico hacia una solución que no deje todo a la fe, como suele ser la regla.

Pero el asunto no queda ahí, sino que la misma persona “posesa” también exhibe muchos de esos síntomas durante la evolución de su padecimiento, por lo que una aproximación clínica adecuada puede hacer la diferencia en el camino hacia el restablecimiento de su salud mental, siempre comprometida en presencia de tan intimidantes acontecimientos.

Tal vez les resulten extrañas estas reflexiones, pero son de sentido común para quien vivió la experiencia inerme ante lo DESCONOCIDO. De hecho, fue lo que me decidió a “profesionalizarme” en este campo, al que ya era (bastante) aficionado desde niño.

¡Ah, lo olvidaba! Este es el LINK.



Fernando Acosta Reyes (@ferstarey) es fundador de la Sociedad  Investigadora de lo Extraño, músico profesional y estudioso de los comportamientos sociales.