2 de septiembre de 2019
Dirán que estuve de paso,
que llegué de repente
y que así me fui
dejando un desastre.
Dirán que fui mónada
en tiempos de cambio,
que fui río
debiendo ser estanque,
que jugué con fuego
y terminé achicharrado
como filete a las brasas.
Dirán que fui intruso
en casa ajena,
que cuando partí
me llevé hasta el viejo perico
de la jaula oxidada
y los trebejos
que nadie quería.
Dirán que estudié
en libros prestados
y cuadernos usados,
que no tenía para tinta
ni para un ordenador,
menos para las colegiaturas,
ni para comprar los boletos del cine.
Dirán que fui la combinación
de ornitorrinco,
de oso hormiguero,
de lechuza
con toques de alacrán,
cangrejo
y caballito de mar.
Dirán que fui malware,
maestro de Creeper y Melissa,
una especie de troyano
con aires de ataque DDoS.
Dirán y dirán
muchas cosas de mí,
tantas que saturarán
tus oídos,
tus ojos,
tu tranquilidad
y aún así seguirán diciendo,
tanto, tanto, tanto,
que se acabarán los calificativos,
las denostaciones
y tal vez,
tal vez,
uno que otro halago
de esos que terminan siendo
una sentencia lapidaria
sin jueces,
sin testigos
y sin derecho a defensa propia.
Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es escritor y educador permanente. Dirige Sabersinfin.com
