1 de agosto de 2019
De repente,
en uno de esos metros
del punto más difícil
de la cuesta arriba,
aumentan su capacidad los pulmones,
hasta parece que de dos
pasan a ser tres,
porque algo sucede en la mente
que salen fuerzas de quién sabe dónde;
quizá sean los recuerdos
de aquellos sueños de grandeza,
o el hambre que carcome
cuando eres becario,
o el valor que surge
a base de porrazos.
No lo sé,
pero algo pasa
que no te quiebras,
te vuelves aleación
de titanio,
de aluminio
y magnesio;
los músculos de las piernas
se robustecen,
los ligamentos se tonifican,
la mirada muta a vista de águila
y el plumaje también.
Con ese empuje
imposible abortar el ascenso,
nula la posibilidad de retirada,
se forja en el colt otra muesca,
otra medalla imaginaria,
otra pendiente conquistada.
Así pasa cuando tienes apetito de triunfo,
cuando sabes de dónde vienes,
cuando sabes por todo lo que has pasado
que volver sería involucionar
y renunciar sería empezar a morir.
Así pasa de repente...
Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es escritor y educador permanente. Dirige Sabersinfin.com