- La Historia Jamás Contada -
Sería por 1974 cuando comenzaron a llegar en cantidad libros
sobre temas de alguna manera asociados al Ocultismo a las librerías generales
de por aquí. Pero no se trataba de los tradicionales tratados sobre temas oscuros,
tenebrosos o herméticos, es decir, libros RAROS, sino de otros que podrían haberse
calificado en esa época como de “buena onda”.
Un Ocultismo benevolente, color de rosa o light, accesible a
gente con un estilo de vida apacible pero interesada en determinadas cuestiones
habitualmente dejadas de lado tanto por el establishment “científico” como por las
diversas organizaciones religiosas, en esa época todavía detentadoras
del monopolio de lo espiritual, como lo mostraba palmariamente THE EXORCIST,
tanto en su versión de libro como de película.
Así que muchos comenzamos a acudir a esas flamantes
publicaciones en busca de pistas que nos permitieran profundizar en esta temática
nuestra, a la vez seductora e inquietante, pero sólo para encontrarnos cada vez
más confundidos y decepcionados, pues en realidad se dedicaban a bordar sobre
la bondad intrínseca de las viejas y conocidas religiones, para las cuales
proponían una manera “mágica” de aproximarse a ellas, recurso nada nuevo –recuérdese,
por ejemplo, LES GRANDS INITIÉS (1889)
de Édouard Schuré, que traía el apetitoso subtitulo de “Bosquejo de la historia
secreta de las religiones”-, pero que seguía y sigue vendiendo aún ahora.
Precisamente tomé esa disyuntiva como tema de este artículo:
por un lado la “vieja y buena” RELIGIÓN, ahora ataviada con el ropaje de lo
Maravilloso, mientras que por el otro está la no menos vieja pero tampoco buena
o, cuando menos, cuestionable MAGIA. ¿Por qué? ¿En qué consisten entonces lo “bueno”
y su contrario cualitativo?
Este es el meollo del asunto, pues más que el objetivo –o deseo- común declarado de obrar
maravillas –la Magia en sentido técnico- a través de un procedimiento idóneo,
lo que haría la diferencia entre seguir un Sendero o el otro sería la actitud del
operador, el Mago, ante su Arte, así como sus intenciones al desplegarlo. En
otras palabras, su posición personal frente al PODER, tanto el propio como el
ajeno, pues al poseer uno, queda en condiciones de enfrentar otro(s).
La diferencia pues entre tomar el Sendero de la Mano Derecha
o el Sendero de la Mano Izquierda en la Magia, no se reduce a una mera cuestión
de optar por una Bondad o Maldad metafísicas, sino que involucra todo un
conjunto de factores personales, culturales, ideológicos y POLÍTICOS que, contrapesando
en el ánimo del aspirante a Mago, lo llevarán a decantarse por una u otra posibilidad.
De ahí que esta aparentemente grave decisión no es, sin intención alguna de
ironizar, más que otra de tantas manifestaciones de la DIVERSIDAD humana.
Finalmente, en este apartado especial del sentido y experiencia
de lo maravilloso que es la MAGIA, como en todos los otros que componen nuestra
vida interior, sólo cada uno de nosotros sabe lo que más le sienta, a despecho
de las convenciones del momento histórico o político en que hayamos de desenvolvernos.
¿O USTEDES QUÉ PIENSAN?
comportamientos sociales.
Imagen: abmpinvestigaciones.wordpress.com