miércoles, 24 de abril de 2019

Vinieron juntos, juntos deben partir


Si dices la verdad, no tienes que recordar nada.
Mark Twain



El día de hoy, 21 de abril, se cumplen 110 años de la muerte del célebre escritor, periodista, orador y humorista estadounidense Samuel Langhorne Clemens, más conocido por el seudónimo de Mark Twain. Llamado por William Faulkner “el padre de la literatura americana”. Twain escribió más de 500 obras, muchas de ellas de gran éxito, comenzó su carrera como tipógrafo, y viajando de una ciudad a otra y de imprenta tras imprenta, llegó a alcanzar reconocimiento internacional.
Mark Twain, hijo de John Marshall y Jane Lampton Clemens, nació el 30 de noviembre de 1835 en Florida, Missouri, Estados Unidos. Tras la pérdida de su papá a los 12 años, y la crisis financiera por la que pasaba su familia, tuvo que abandonar sus estudios para aprender el oficio de tipógrafo en una editorial, adentrándose al periodismo.
Cuentan sus biógrafos que desde muy joven la vida del literato se caracterizó por buscar aventuras. Twain tras ejercer el oficio de tipógrafo viajó a Nueva Orleans donde aprendió a ser piloto de un barco de vapor. Su objetivo de amasar una gran fortuna lo llevó a trabajar en las montañas de la Sierra Nevada en una mina donde buscaba oro. El trabajo en el periodismo lo guío hasta San Francisco, donde conoció al poeta Bert Harte quien lo alentó a seguir escribiendo y enfocarse a la carrera literaria. Twain siguió con sus viajes, trasladándose a la Polinesia y Europa, donde sus bastas experiencias lo inspiraron a escribir y publicar: “Los inocentes en el extranjero” (1869) y “A la brega” (1872).
Samuel se desarrolló como periodista, logrando su primer éxito literario en 1895 con la obra “La famosa rana saltarina de Calaveras”. Fue en este momento que el escritor decidió optar por el seudónimo de Mark Twain (expresión utilizada para marcar dos brazas de profundidad), pero sus visiones críticas contra el racismo, el esclavismo y otros temas sociales conflictivos truncaron esta vocación. “El arte de vivir consiste en conseguir que hasta los sepultureros lamenten tu muerte”, afirmaba Twain cuyo legado enaltece la aventura de vivir sin preocuparse porque lo consideraran loco, pues esa etiqueta “explicaría como somos y resolvería muchos misterios”.
Mark Twain es el autor de obras tan populares como “Las Aventuras de Tom Sawyer” (1876), “El Príncipe y el Mendigo” (1882), “Vida en el Mississippi” (1883), “Las Aventuras de
Huckleberry Finn” (1884) que fue considerada por muchos como “la gran novela americana”, “Un Yanqui en la Corte del Rey Arturo” (1889), “El Pretendiente Americano” (1892) o “Los Diarios de Adán y Eva” (1904). En el año 1916 se publicó su novela póstuma “El Forastero Misterioso”.
A pesar de su inmenso éxito como escritor, varias malas inversiones y el engaño de sus editores lo obligaron a sobrevivir dando conferencias por todo el mundo. Se casó con Olivia Langdon Clemens de la que Twain declaraba que era su gran amor, a quien estuvo cortejando por carta durante un año, y tuvo con ella cuatro hijos, aunque tres de ellos murieron antes que él, al igual que su esposa.
A Mark Twain se le relaciona con el cometa Halley, bautizado "Halley" en honor del astrónomo británico Edmund Halley que en 1682 observó la aparición del cometa y pronosticó la periodicidad "Con toda confianza puedo predecir que retornará en 1758". La duración que tarda el cometa en dar una vuelta alrededor del Sol es de 75.3 años terrestres. La última vez que el cometa nos visitó fue en 1986, cuando la sonda espacial europea Giotto se acercó para echar una ojeada a su núcleo helado. Y no pasará de nuevo cerca de la Tierra hasta el año 2062.
Twain comentaba: “Vine al mundo con el cometa Halley en 1835. Vuelve de nuevo el próximo año, y espero marcharme con él. Será la mayor desilusión de mi vida si no me voy con el cometa Halley. El Todopoderoso ha dicho, sin duda: “Ahora están aquí estos dos fenómenos inexplicables; vinieron juntos, juntos deben partir”. ¡Ah! Lo espero con impaciencia.” Y así fue.
Mark Twain recibió el doctorado Honoris Causa por la Universidad de Oxford (Inglaterra), en 1907. La casa de Mark Twain ubicada en Connecticut, Estados Unidos, fue proclamada lugar histórico cultural en 1962 y convertida en museo para poder apreciar la vida y obra del literato. De acuerdo con sus biógrafos en la última etapa de vida del autor, tuvo varios conflictos existenciales, así como económicos, desembocando en la depresión por la muerte de una de sus hijas y de su amada esposa.
Sea esta entrega un homenaje póstumo a tan brillante (como el Halley) escritor.
Jorge A. Rodríguez y Morgado


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