jueves, 4 de abril de 2019

5 poemas de Abel Pérez Rojas para el 21 de marzo, Día Mundial de la Poesía (Texto y videos)




3 de abril de 2019
Antecedentes del Día Mundial de la Poesía



En su 30º periodo de sesiones, la UNESCO proclamó el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía, el cual se celebró por primera vez en París en 1999.

Desde entonces, el 21 de marzo de cada año, poetas de todo el mundo se reúnen para brindar sus letras en honor a la poesía.


Abel Pérez Rojas, escritor y educador mexicano

Abel Pérez Rojas (Tehuacán, Puebla, México. 1970) es poeta, comunicador y doctor en Educación Permanente; funda y dirige desde el 2006 Sabersinfin.com, que es una red internacional de difusión del saber con contenidos multilingües, presente principalmente en los países de habla hispana.

Pérez Rojas ha recibido múltiples reconocimientos: Tehuacanero Distinguido e Hijo Pródigo de su ciudad natal, Presea UPN 211, entre otros.

Su obra literaria y teórica ha sido retomada en ponencias, sitios web, artículos, enciclopedias y reformas legales. Su pensamiento ha sido difundido por organismos internacionales públicos y privados.

Autor de: De la brevedad al intento (2011),  Provocaciones al impulso y a la razón (2012), Píldora Roja (2013), Educar(SE). Aportes a la educación para el siglo XXI (2014) y Resurgir de la Cera (2019).

Articulista en diversos medios impresos y digitales.







Día Mundial de la Poesía
La poesía es pan para el hambriento,
es cobijo para el desamparado,
es auxilio para el necesitado,
es trinchera para el rebelde,
es traducción para el extranjero,
es mano amiga para el necesitado,
es diálogo donde hay cerrazón,
es sentido de vida para el desorientado,
es la tuerca que faltaba al chiflado.

Cada verso es píldora oportuna,
es ungüento en el pecho
y cada publicación es alivio temporal.

La poesía es puenteo intergeneracional,
porque sus retoños sortean la Torre de Babel
entre jóvenes y experimentados.

La poesía es madre
para quienes somos sus crías
y hemos mamado de sus bondades.

Sin cautela o tacañería alguna
y sin riesgo de exagerar:
la poesía es todo...
¡viva por siempre la poesía!




Mírame en mi poesía
A mi poesía
quítale
los zapatos,
las gafas,
la colonia en abonos,
los tenis pirata
y los jeans de popotito,
sólo después de eso
verás mi rostro;
si quieres ver más
despójale de
la jerigonza dominguera,
de la rima forzada,
del atrevimiento insolente
y mirarás
eso que llaman
alma.
Estarás frente a mi gimnasio,
mi mesa de trabajo,
mi espejo de cuerpo entero.





Egoísmo y catarsis
Costumbre mía de escribir sobre cualquier cosa,
adicción de exponerse al escrutinio público,
posar ante el ojo justo que señala mi analfabetismo poético,
pero ¿qué puedo hacer si soy egoista?
escribo para mi y mis demonios,
escribo tratando de curar mis penas,
intento calmar el ansia por trotar;
afán que deberé descifrar si quiero paz,
trato hallar la libertad,
aunque este hábito convirtióse en bendita esclavitud.
Así, he escrito sobre El Loco,
sobre las violaciones al Estado laico,
he descubierto a los hambrientos púberes;
me he sumado al arco iris en movimiento,
me he consentido describiendo a la Azafata de a pie,
ni la batalla del 5 de mayo se ha escapado a la tinta,
en fin... así seguiré mientras encuentro reposo,
quietud que sólo puede hallarse en uno mismo,
mirándose en los ojos del otro, de los otros,
decapitando a Medusa,
vistiendo la carnaza del felino de Nemea;
amando el canto del zenzontle,
reconociendo el valor de las minorías,
perdonando, amándose... amando.


Al poeta impúdico
El poeta regresó,
con él trajo el llanto,
un loco libando
y la sonrisa de María.

El poeta trajo la luz,
partió la oscuridad en dos
e hizo que la luna pariera
¡Es domingo a medio día!

El poeta regresó,
con él volvió la algarabía,
las musas sin pudor sedujeron
y brotó la inspiración.

El poeta volvió,
con él: el anciano,
el cojo, la prostituta,
el avatar y la abuela.

El poeta volvió:
¿Alguna vez se fue?
El poeta volvió:
vive en nosotros...
ya somos uno.



Espejo de papel
Espejo de papel:
abre tus entrañas,
arrópame con el anonimato,
expúlsame dando la cara,
sólo dame tiempo,
permite que madure el temple,
deja que sea más fuerte,
no abras tu complicidad de madrugada.
Superficie delgada:
he crecido en tus fibras,
en tu humilde vestidura de estraza juré respetarte,
prometí santiguarme si una pluma acompañaba tu presencia.
Cristal de fibra o bits:
una lámpara acompañó mis confesiones,
en silencio vacié mi ira, miedos y alegrías,
hoy respeto el sagrado momento de pararme frente a ti,
me refugio en la benevolencia del lector
y doy rienda suelta a esta bendita adicción.
Espejo de papel:
eres el diván del solitario,
eres la barca del soñador,
eres el testamento y el mendrugo,
eres el gimnasio del pensamiento
¡Queremos más valientes frente a ti!
¡Larga vida a los espejos de papel!
¡Así sea!