La comida que comes puede ser la más poderosa forma de medicina o la forma más lenta de veneno.
Ann Wigmore
El 27 de enero de cada año se celebra el día del nutriólogo, fecha creada por la Asociación Mexicana de Nutriología (AMN), ya que ese día fue el que la Asociación se registró ante la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, por lo cual la Directiva de la AMN, acordó que en esa fecha se celebraría el Día del Nutriólogo.
Los nutriólogos son los encargados de atender la alimentación de las personas, cuidando cada aspecto que guarda la estrecha relación entre la nutrición humana y las condiciones de salud-enfermedad determinadas por aspectos fisiológicos, bioquímicos, psicológicos, sociales, económicos y culturales que repercuten directamente en la salud de la población.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indica que en México hay un déficit de especialistas en nutrición ya que existen un promedio de 2.4 nutriólogos por cada mil habitantes. Factor que, junto con la pobreza extrema principalmente en el sur del país, la falta de actividad física, la proliferación de alimentos chatarra, entre otros influyen en los malos hábitos alimenticios del mexicano, pues carece de la orientación y necesaria para llevar una dieta equilibrada lo que genera sobrepeso y obesidad.
Esto es un problema creciente en México, que no se estanca, y se encuentra en zonas ricas, pobres, rurales y urbanas de nuestro país. De acuerdo con estudios realizados, entre 2012 y 2016 el problema del sobrepeso y la obesidad en México creció 10 puntos porcentuales en mujeres adolescentes rurales, lo cual es muy grave, puesto que significa tener a casi el 40 % de mujeres rurales con sobrepeso y obesidad en solo cuatro años.
No hace mucho tiempo los ricos eran obesos, los pobres eran delgados y la preocupación era cómo alimentar a los desnutridos. Actualmente, los ricos son delgados y los pobres son, además de desnutridos, obesos y la preocupación es ahora la obesidad. La desnutrición tiene que ver con el tipo de alimentación y no necesariamente está relacionada con los más pobres. Sin embargo, existe una amplia gama de población que, sin encontrarse en situación de pobreza, carece de acceso a una buena alimentación. Esto es muy grave si se considera que la alimentación es una de las dimensiones de medición de la pobreza.
Actualmente, las cifras de sobrepeso y obesidad en México son alarmantes, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2016 hemos alcanzado cifras del 33.2% en edad escolar, 36.3% en la adolescencia y 71.2% en los adultos. Estos problemas están relacionados con la dieta. “La nutrición es un proceso integral: tú puedes tener un anémico obeso, y el hecho de que tenga anemia depende en gran parte de la alimentación”.
Es por ello, que la nutrición juega un papel importante y debe de estar encaminada a mejorar la salud de la población y prevenir enfermedades, mostrar el camino hacia una alimentación balanceada, saludable, que cubra sus necesidades y logre sus objetivos. Hoy en día cerca de 870 millones de personas en el mundo sufren desnutrición crónica y cada año fallecen por lo menos 2.8 millones de personas adultas como consecuencia del sobrepeso o la obesidad.
¿Qué alimentos y en qué cantidades debemos consumir para prevenir problemas de salud? ¿Cómo puedo aumentar masa muscular? ¿Cómo puedo aumentar mi rendimiento deportivo por medio de la alimentación? Todas estas preguntas, son resueltas a través de la ayuda del nutriólogo y sus distintas ramas de especialidades cuyo objetivo principal es el de orientar a la población sobre la “dieta” correcta para cumplir cada objetivo.
La palabra “dieta” proviene del griego dayta, que significa “régimen de vida”. Se acepta como sinónimo de régimen alimenticio, que alude al “conjunto y cantidades de los alimentos o mezclas de alimentos que se consumen habitualmente”. También puede hacer referencia al régimen que, en determinadas circunstancias, realizan personas sanas, enfermas o convalecientes en el comer, beber y dormir.
Por lo tanto, el significado de dieta se refiere a todos los alimentos y bebidas que ingerimos en un día, sin describir si estos son saludables y adecuados o no. El objetivo de un nutriólogo no debe ser dar una “dieta” a los pacientes, sino guiarlos hacia el cambio de hábitos para lograr resultados duraderos y constantes, de ahí la importancia de estos especialistas y su consejo puede ser la mejor inversión.
Muchas felicidades a todos los estudiantes, docentes y profesionales de la nutrición hoy en su día.
Jorge A. Rodríguez y Morgado
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