miércoles, 5 de diciembre de 2018

El soplo de Euterpe: La música florece en Brabante




Espera viajero de la vida. 
Antes de humedecer tu lengua en este frágil manantial, reflexiona viajero…
esta agua no corre para siempre, se detendrá en algún momento de la eternidad…
D. Nishimaki


Comienza la luz en el lejano año de 1337, el frío y llovizna como polvo, se clava en la cara de los invasores ingleses. Una flota merodeadora deja asomar el velamen de los navíos se deja ver entre el roquedal del Canal de la Mancha, son sombras furtivas.. Los invasores desembarcan y sin más, comienzan un asombroso saqueo de las villas francesas; asesinan, violan sin piedad, dejarán su sangrienta impronta en la historia de Europa.. El ulular del viento deja un sudario frio y lúgubre que se agazapa entre las rocas y, sin piedad, azota las costas y las campiñas. Ha comenzado una guerra que nadie parece comprender cabalmente, salvo los reyes de la época. Guerra de monarquías, guerras de poder, sucesiones enfrentadas entre las casas Plantagenet y Borgoña, la campiña francesa y los ducados del Norte sentirán la pisada inglesa; que buscaba recuperar los territorios que siglos antes creían poseer y disponerlos para la corona sajona. .La cruenta e inútil lucha que  ensangrentará Francia e Inglaterra, hará surgir mártires y héroes que culminará con el sacrificio  de Juana de Arco ocurrida en 1431 y pese a su muerte entre las llamas, la inútil guerra cobrará vidas de ambos bandos hasta 1453, año  clave para oriente y occidente.  Mohamed II acabará con la brillante historia de Constantinopla y el poder del Imperio  Bizantino. Europa veía cancelarse las legendarias rutas de la seda y las especias y sentía cernirse una nube ominosa sobre los reinos de occidente. Aquella muralla que encerraba al oriente bajo el influjo del Islam, encontró una nueva puerta con la navegación portuguesa y española que culminó con la  llegada europea a América.
La historia es un bordado fino, tejido con los despojos de reinos e imperios.. Fortuna imperatrix mundi.es el signo del fin de una era. Termina la Edad Media y el inexorable paso de la historia, agrega al bordado del tiempo, la sombra de los vencidos y pone luces en aquellos victoriosos.
El arte, en especial la música, se transformaba lentamente en un arte que busca navegar con timón libre y velas desplegadas. La mirada escrutadora de la Iglesia, aun se posaba amenazante sobre la producción musical; los compositores de aquel tiempo debían abrir y cruzar las pesadas puertas de la prohibición. Sin embargo, en Inglaterra se cultivaba un arte refinado y tradicional, en el continente se caminaba sin avanzar.  
Los músicos ingleses que seguían a los victoriosos ejércitos de Enrique V, encontraron un continente ávido de aires renovadores. Flandes, Brabante Hainaut recibieron la brisa fresca que venía del otro lado del Canal de la Mancha. Los músicos de la actual Bélgica y Holanda, dejaron que el arte musical inglés, flotara libre en las nuevas obras del siglo XV europeo. Pronto, la armonía, ritmo y elegancia melódica del invasor, adquirió carta de residencia entre los músicos de Brabante y al poco, se extienden por Europa y alcanzaron próspero puerto expresivo en Italia.
Un inglés destacado que influyó en las nuevas obras de los músicos del continente, fue John Dunstable, clérigo, matemático y astrónomo notable. Su influencia descansaba en aplicar el cantus firmus a los servicios eclesiásticos. Se trata de un canto corto que se repite en combinación de voces polifónicas. Esta innovación abrirá la composición tanto a cantos litúrgicos como canciones con temas profanos.
Entre los compositores de Brabante que recogieron la influencia inglesa, destaca Guillaume Dufay, nacido probablemente en 1397. Dufay vivió paralelo al tiempo de los grandes pintores del Quattrocento, Uccello, Filippo Lipi o Paolo de la Francesca. Europa comenzaba a leer el mundo sin la obscura sombra de la casulla conventual y la tenebra de la Iglesia..
No obstante, sirvió al papado en diferentes ocasiones y dejó una obra formidable de música elegante y melodiosa la cual fue cuño de muchas composiciones posteriores.  Su obra enmarca la escuela renacentista franco-flamenca que extenderá su influencia por toda Europa.
Cuando Dufay llegaba a los fríos otoños de la vida, vino al mundo otro de los más significativos músicos del Renacimiento,  Josquín des Préz,  célebre durante el siglo XV, llamado en su tiempo Príncipe de la Música, dedicó su vida prolífica a escribir poesía y componer notables misas de las cuales han sobrevivido treinta y dos misas además de motetes, salmos probablemente discípulo de filósofos en la venerable Sorbona, en Paris. Fue también escribano del duque de Sforza en Milán, cantor en la Capilla Vaticana y posteriormente, residente en Ferrara. Des Préz es un músico que hoy día, es referencia para disfrutar obras con el sello estilístico del Renacimiento europeo. No obstante, en su tiempo, mucho de la obra de des Préz se eclipsó al momento que el Concilio de Trento cerró las posibilidades musicales de componer música eclesiástica con letra profana. 
La recomendación para esta semana consta de diversos compositores todos ellos disfrutables en nuestros días e importantes para el ulterior desarrollo de la música europea.
John Dunstable:(c. 1380-1453): a.-Salve Scema Sanctitatis, b.-Veni creator spiritus 
Procantione Antiqua
Leonel Power: (1475-1445): Gloria
Sacred Vocal Music
Gilles Binchois (c. 1400-1460): Je loe amours
Josquín des Préz: Motetes et chansons
Virgin records.
Guillaume Dufay; Misa L´homme armé.  Una obra extraordinaria que urgimos ecuchar con especial atención. Early Music. Oxford Camerata.. Naxos Records.
Domenico de Piacenza: La figlia Guillermino. Schola Cantorum Basiliensis.
Existe una versión moderna de Karl Jenkins. Lo menos que puede decirse de esta versión es simplemente impactante.

Alejandro Rivera Dominguez
Contacto: kosmospuebla@yahoo.com