30 de Mayo de 2018
El hombre tiene que establecer un final para la guerra.
Sino, ésta establecerá un fin para la humanidad.
John Fitzgerald Kennedy
El 15 de marzo de 2011 un grupo de adolescentes escribió un grafiti en un muro de un colegio en la ciudad de Darra, al sur de Siria, ¡Es tu turno, doctor!, en alusión al presidente Bashar Al Asad, que es oftalmólogo, lo que desató la ira del mandatario sirio con la persecución, detención y tortura de los jóvenes, provocando una serie de manifestaciones que tuvieron como reacción el que las fuerzas de seguridad sirias mataran a manifestantes en las primeras protestas y éstas se extendieron por todo el país. Desencadenando una guerra que lleva ya más de siete años y que ha provocado cerca de 500,000 muertes y el éxodo de más de 5 millones sirios.
El antecedente de lo anterior, está dado por una serie de manifestaciones conocidas como Primavera Árabe. El comienzo de estas manifestaciones ocurrió el 17 de diciembre de 2010 en la Ciudad de Túnez, cuando “un vendedor ambulante fue despojado por la policía de sus mercancías y en respuesta, se inmoló en forma de protesta. Durante su agonía miles de tunecinos se rebelaron contra las malas condiciones a las que el país estaba sometido, causando un efecto dominó en el resto de las naciones árabes”.
En Egipto, salieron a manifestarse millones de personas contra Hosni Mubarak quien llevaba 30 años en el poder; los libios contra Muamar Gadafi (42 años en el poder); en Siria contra Bashar Al Assad (15 años entonces); en Yemen contra Ali Abdullah Saleh (21 años entonces); en Argelia contra Abdelaziz Buteflika (12 años entonces). El sultán de Omán Qabus bin Said Al Said y el rey Hamad bin Isa Al Jalifa de Barhéin incrementaron el poder de los parlamentos y prometieron mejores condiciones de vida en ambos países; en Jordania fue destituido el primer ministro Samir Rifai.
Esto que comenzó en Siria con un grafiti a la fecha se ha desbordado con ataques químicos. Pese a los horrores que causan, las armas químicas son frecuentemente utilizadas como instrumento de guerra ya que estas armas utilizan las propiedades tóxicas de sustancias químicas para matar, herir o incapacitar. Observadores han reportado un gran número de ataques químicos en Siria, algunos verificados por inspectores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La ONU dijo “que investiga múltiples informaciones sobre el presunto uso de bombas de gas cloro en las localidades sirias de Saraqeb, en la provincia de Idleb, y en Duma, en la región de Guta Oriental”. El más reciente ataque químico realizado el sábado 7 de abril de 2018, en Duma, provocó varias decenas de muertos poniendo a la población en alerta extrema.
Con el fin de erradicar para siempre el flagelo de las armas químicas, en 1997 se firmó la Convención sobre las Armas Químicas. Es un tratado internacional por el que se prohíbe el desarrollo, la producción, el almacenamiento, la transferencia y el empleo de armas químicas, y se dispone además la destrucción de estas armas en un plazo específico. Esta Convención tiene carácter único, pues constituye el primer tratado multilateral destinado a prohibir toda una categoría de armas de destrucción en masa y a velar por la verificación internacional de su destrucción.
Jorge Rodríguez y Morgado (jarymorgado@yahoo.com.mx) es catedrático universitario, conduce: ConoSERbien en Sabersinfin.com
Imagen: Obtenida de Bolgspot.