La Historia Jamás Contada -
Recuerdo que cuando vi anunciada la película CLOSE ENCOUNTERS OF THE THIRD KIND, me puse en stand by permanente a fin de no perdérmela, pues en ese momento resultaba algo fuera de lo ordinario en la programación cinematográfica comercial, como ya había hecho antes con THE MEPHISTO WALTZ -ésta sobre el tema del Satanismo-. Era la época de la Gran Liberación en cuanto a los temas tabú tradicionales: religión, política, sexo y saber oculto, que entonces comenzaban por fin a estar al alcance del gran público, no sólo de nosotros, los aventureros intelectuales de siempre.
En su momento, esta película significó mucho tanto para el curioso promedio como, especialmente, para el de alguna forma “tocado” ya por el Misterio del que este intrigante fenómeno forma parte, que no se reduce a la “simple” visita de exploradores del espacio que, casualmente, habrían dado con nuestro planeta.
La misma película, aunque se desarrolla dentro del marco de la ETH -extraterrestrial hypothesis- popularizada por la USAF -United States Air Force-, introduce ya toda la gama de fenómenos paranormales que suelen acompañar a estos incidentes, además de dar cuenta, dentro de su tejido dramático, de las también usuales consecuencias familiares y laborales que tienen sobre algunos sujetos especialmente susceptibles que terminan obsesionándose con él.
Otra de sus peculiaridades es la inclusión de una trama paralela sobre el doble juego del Poder que, mientras niega sistemáticamente la existencia del fenómeno y ridiculiza a todo aquel que lo aborde seriamente, mantiene al mismo tiempo una activa vigilancia de su desarrollo, no dudando en desalojar las áreas donde se afirme o tan sólo sospeche pueda haber “aterrizado” una de las misteriosas naves.
Otro detalle que la diferenció de las cintas a que estábamos acostumbrados, fue señalar inequívocamente el cariz religioso de todo el asunto, que en la actualidad ya vemos formalmente consolidado en cultos bien definidos y con su respectiva feligresía. Es elocuente la secuencia final en la cual, justo antes de abordar la Nave Madre, los voluntarios -los verdaderos “héroes” de la aventura- atienden una celebración religiosa que ofician sus respectivos Ministros, pues de alguna manera van a encontrarse con el ORIGEN mismo de las cosas.
Y, last but not least, está el toque maestro que representa el inicio: la reaparición de los Avengers extraviados en 1945 en pleno Triángulo de las Bermudas, el reporte de OVNI que hace la tripulación de un avión comercial y los otros dos incidentes, todos acontecimientos que nos sitúan desde el primer momento en el centro mismo del Misterio. Con esa soberbia introducción, no había manera de que perdiéramos el camino.
Claro, al observador entrenado no se le pasaron las inevitables inexactitudes e inconsistencias, como la proverbial del error en las coordenadas del sitio de aterrizaje, el efecto electromagnético inverso -esto es, que en lugar de detenerse los artefactos, se echaban a andar al paso del OVNI- y hasta el aspecto de “lámpara de comedor” que subrayó el veterano investigador Antonio Ribera a propósito de la gran nave.
En fin, una película que, además de sintetizar lo que se sabía entonces acerca del fenómeno, es todo un retrato de época: la de los ’70, pero vista desde el INTERIOR del sujeto, donde sus más patentes esperanzas se fundían con sus más antiguos temores.
Fernando Acosta Reyes (@ferstarey) es fundador de la Sociedad Investigadora de lo Extraño (SIDLE), músico profesional y estudioso de los comportamientos sociales.
Imagen: www.aeromental.com