domingo, 11 de febrero de 2018

Una sociedad entretenida pero no informada




- La Historia Jamás Contada -

Al preguntarse por qué, pese al dinamismo de la sociedad contemporánea, la gran mayoría de sus miembros no tiene una conciencia clara de sus realidades y menos aún de sus POSIBILIDADES, lo primero en venir a la mente es que existe una dicotomía entre los actos individuales o colectivos, por un lado y el PENSAMIENTO, por el otro.

Esto es consistente con la tendencia de muchos sujetos actuales, de regresar a formas de concebir y actuar en el Mundo y la sociedad, similares a las de la gente conservadora  o “respetable” de hace dos o más generaciones. Una especie de nostalgia militante que se niega a reconocer los profundos cambios sociales ocurridos hace medio siglo.

Lo que resulta aún más sorprendente al tomar en cuenta la impresionante cantidad de dispositivos –y la correspondiente Red subyacente, world wide web!- que ponen ahora al alcance de la mano virtualmente toda la información  que pudiera requerirse o desearse. ¿Qué sucede entonces? ¿Por qué la gente no se informa?

La razón podría estar en la misma Psicología (social), pues al considerar el funcionamiento específico de los medios (de comunicación masiva) y el tipo de educación recibida, resalta su heteronomía respecto a los destinatarios, reducidos a simples receptores pasivos de lo que y como les llegara, incluyendo comerciales y consignas ideológicas, en algo así como una “pedagogía perversa”.

Pero estaba además el TIEMPO LIBRE, durante el cual se entretenía a los más pequeños, mientras que los mayores –jóvenes y adultos- lo hacían solos, pero únicamente en actividades que, por sí mismas, nunca podría llegar a cambiar la realidad social. (Para eso tenían, los mayores de edad, las Elecciones, que tal como estaban –y siguen estando- concebidas y organizadas,… ¡tampoco!)

El resultado de este condicionamiento histórico no podía ser otro que una población cuya única actividad “autónoma” es ENTRETENERSE, haciendo caso omiso de lo que suceda más allá de su percepción inmediata tanto en tiempo como en espacio, cuyo modelo bien podría ser el merry go-round: “feliz dar de vueltas”, el nombre en inglés del carrousel o tiovivo, a bordo del cual, el Mundo parece girar alrededor del que se entretiene.

No es casual que, en una sociedad así, los prohombres o puntos de referencia sean precisamente los entretenedores –cómicos, cancioneros y similares-, a quienes personalmente o a su leyenda, rinden sincera pleitesía muchos de los que pasan por ser “intelectuales críticos”.

Ante esta situación, lo que queda por realizar entonces es una (auto)educación –nada institucional ni mucho menos- en sentido opuesto: una CONTRAEDUCACIÓN en que no se reduzca más a priori la información a mero objeto de entretenimiento y se la utilice en cambio para CRECER PERSONALMENTE, condición necesaria de cualquier  CAMBIO SOCIAL sustantivo, más allá de ilusiones religiosas, electorales e idealistas –en sentido filosófico- en general.

Sí, la INFORMACIÓN ES PODER, por ello también capaz de TRANSFORMAR LA REALIDAD en el sentido que deseamos.

Fernando Acosta Reyes (@ferstarey) es fundador de la Sociedad Investigadora de lo Extraño (SIDLE), músico profesional y estudioso de los comportamientos sociales.

Imagen: blogcivicalld.files.wordpress.com