COMPARTIENDO TU OPINIÓN
A diario trabajo con chicos y a veces me siento apesadumbrado de ver muchos jóvenes apáticos, y es que nada los motiva. Lo que más me preocupa es que en pocos años tendrán el mundo en sus manos. ¿Para dónde nos llevarán?Mientras reflexiono en voz alta, pregunto apesadumbrado a José Pellegrin Romero, joven de 17 años, quien es escultor y pintor desde los tres años, ¿Cómo crees que sea el mundo en el 2050?
Pero en vez de responder, él también pregunta: ¿qué mundo queremos tener en 2050?, ¿tendremos que vivir entre basura?, ¿Viviremos abajo del mar porque en la superficie de la Tierra ya no podremos hacerlo?, ¿podremos salir a la calle?, ¿vamos a tener mundo, si no hacemos algo?
Y luego lo escucho con atención: Tu presente es lo que eres hoy y el futuro es lo que quieres cosechar mañana. Hay que vivir el presente, pero no abandonar el futuro: tener un plan, decir “hoy voy a hacer esto porque mañana quiero tener este resultado”.
Como si fuera un viejo de cien años, Pepe Pellegrin sigue en su soliloquio: el sueño del futuro te tiene que llevar de la mano para lo que tenemos que hacer hoy. Y mañana es igual: ¿qué harás para el día siguiente?
Yo veo que en mi generación los jóvenes hacen tanta tontería, porque no tienen un plan a futuro. Todos queremos vivir “el momento”. Vivir el momento no es morirse por un pasón de coca; el peligro no es probar, decimos es súper divertido ahorita ¿y después qué va a pasar?
Creo que somos una generación que viene con prisa –continúa-, siempre queremos ser el mejor, no trabajar en equipo, queremos probar antes de tiempo y abusar. Pero tenemos que encontrar equilibrio, entre lo que nos divierte y lo que nos toca hacer. Aprender el significado de “libertad con responsabilidad”.
Que cada uno haga lo que quiera –propone- , luego que acepten lo que viene después, porque las oportunidades que se tiran no regresan, cada una llega por una razón. Así habla quien obtuvo una medalla 2014 como el artista más joven de la Bienal de Arte en Europa.
A los jóvenes no hay que obligarnos a pintar o aprender violín, sino que cada uno encuentre lo que le gusta, que desarrollen lo que cada uno tiene como habilidad diferente. No creo que la vida esté divorciada del arte, yo expreso mis dudas y mis emociones a través de la escultura en plastilina, que luego se funde en bronce.
Lo único que puedo dejar de arte al mundo es mi vida. No sólo enfocarme en lo que hice sino en lo que soy, dice José Pellegrin.
…bien sé que él dejará mucho más que su vida, pues sobre la producción artística ya planea: “hoy con dos focos y una cartulina podemos hacer arte, algo totalmente nuevo, jamás imaginado; en el 2050 el arte va a ser el arte de las sensaciones utilizando la tecnología. Pero también será importante no perder la técnica. Arte también puede ser los que hacen taekwondo, los que bailan, nos podemos parar cada día a hacer de nuestra vida, arte”.
Me congratulo para mis adentros cuando escucho a Pepe, porque me confirma que son oportunos los trabajos que iniciamos en la Universidad Mesoamericana para plantear la universidad que queremos en el 2050 y que podemos empezar a trabajar desde hoy.
Sólo poniendo un pie en el futuro y otro en el presente vamos a poder encontrar respuestas a los problemas que hoy día parecen que no tienen respuesta, pero créeme que sí tienen solución y no es una cuestión sólo motivacional, es un asunto de virar nuestro paradigma y de emprender lo que nunca antes hemos hecho. Te lo aseguro.
Imagen: www.chirapaq.org.pe
Publicado originalmente en Saber sin fin el 3 de octubre de 2015