martes, 24 de octubre de 2017

Poema A Álvaro Obregón (1880-1926)



De elegancia inigualable 
así fue Álvaro Obregón Salido,
un caudillo de la revolución mexicana
tuvo su cuna  en la hacienda de Siquisiva, Sonora.

Creció formando su carácter y en la cuenca del río mayo,
dejó sus huellas de un niño y pasó a ser un adulto importante,
en su juventud fue operario de máquinas agrícolas,
lo que le permitió tener contacto con campesinos humildes…

Y al pasar el tiempo se involucró con la corriente maderista
en el año de 1910, fue electo presidente de Huatabampo
por ser un hombre de casta y de principios libertarios.

Al transcurrir el tiempo, su experiencia, no fue  en vano
y en 1912 levantó un batallón de voluntarios,
para combatir a los rebeldes anti maderistas,
en señal de lealtad a la causa liberal…

Así comenzó la brillante carrera  militar,
del jefe Álvaro Obregón,
tomando parte en  campañas  militares por doquier…

Luchaba de frente como cualquier soldado y daba respuestas
de hombre fuerte, y valiente,
combatiendo en los montes con su fusil en la mano
o tomando decisiones en lugares de oficina de alto rango…

como estratega militar Obregón tuvo
la encomienda al frente de la sección de guerra,
las fuerzas de Obregón avanzaron a pasos agigantados
desde la frontera hasta la ciudad de México,
como igual luchó desde el puerto de Veracruz hasta el Bajío…
en donde gracias a su astucia y estrategia militar
derrotó a la poderosa División del Norte
en  sangrientas batallas, de Celaya,  Trinidad y  Aguascalientes…
Y en Santa Ana del Conde perdió su brazo derecho,
pero  jamás le importó a este hombre valiente,
y con un solo brazo siguió combatiendo en la causa revolucionaria,
defendiendo los ideales de un México libre e independiente,
luchando contra  la opresión y  la tiranía extranjera…

los años pasaron y a este distinguido hombre,
lo hicieron Secretario de Guerra
 y en u plazo no muy lejano
lanzó su candidatura a la Presidencia,
en 1920 Obregón tomó posesión
como Presidente de la República…
En 1923  una gran parte del batallón se levantó en armas
para frenar la candidatura de Plutarco Elías Calles,
pero de nada sirvió,  Plutarco tomó posesión de presidente,
y Obregón se retiró a su vida privada,
con su familia adorada…

Pasado algunos años,
el amor por  su pueblo
lo regresó a la vida política
a impulsar las reformas constitucionales,
de nuestra carta magna
que beneficiaron los derecho  individuales
de cada mexicano…

Lo que permitieron su reelección como Presidente de la República,
y a pocos días de su triunfo fue asesinado por las manos de un cobarde
que militaba en una religión  con  jefes en España
que logró terminar con la vida de un militar y político distinguido…
y de gran acervo cultural,
quien de ser  operador de máquinas se hizo estratega militar…

Álvaro Obregón, hoy orgulloso te has de sentir,
has de saber que tus restos se encuentran en la capital,
descansando para siempre en las bases sólidas
de nuestro “gran Monumento a la Revolución Mexicana”

Como reconociendo a tu esfuerzo y talento
“Gritemos con fervor a los cuatro vientos:
¡Viva “el gran jefe Álvaro Obregón”!





leobardo cruz magarino 2Leobardo Cruz Magariño  es abogado, amante de la lectura y la poesía.