lunes, 2 de octubre de 2017

Para remover escombro (Poema)


2 de octubre de 2017

La poesía no sirve para remover escombro.
La poesía no sirve para levantar a los muertos.
La poesía no sirve para reconstruir ciudades ni levantar muros.


La poesía no da oxígeno a los que están bajo los escombros.
Las palabras no sirven de nada cuando te ves caminando entre
héroes anónimos que donan  y remueven piedras dormidas
acicalan tristezas, rompen cadenas y mueven varillas.
La poesía no sirve de nada cuando hay un sismógrafo
en la memoria que se creía extraviada.

No, no sirven las palabras.
Para ello bastan que crujan los cimientos,
se desgajen las confianzas,
crucen mil aves de silencio,
rechinen las dudas de un territorio que se creía de fe muerto,
bastan temblores mayores a 7  en escala Richter.

Ahí es cuando nos damos cuenta que los versos más exquisitos
de Homero o Virgilio no explican la sangre del héroe
ni lo que lo mueve a salvar vidas de entre lívidas piedras.

El poema es un estorbo, algo foráneo al mundo que arde
que crepita, tiembla y estalla triste en el poeta
que regresa en metro ebrio de soberbias y vanas palabras
quedando avergonzadas ante la realidad que atrapa.

La poesía no sirve en casos de nacional urgencia
sólo te recuerda que eres un sobreviviente.
La vida te dejó por algo,
por  esos azares del destino la casa no se derrumbó
aunque tú ya te hubieses imaginado caminar entre escombros
de mansedumbre y ahora caminas
libre entre piedras que se derrumban a tu paso.

Claro que la poesía no sirve, te tima y  grita a la cara
¡Eres un sobreviviente!  La vida te dejó por algo,
la casa no se derrumbó aunque  mes a mes te carcoman
los impuestos y  frían tu sueldo.
¡Alégrate!
Estas viviendo para algo
para respirar lo que queda de septiembre.

La poesía no tiene la fuerza de una pala, sin embargo
exorciza el fantasma de país que éramos antes,
de lo que nosotros mismos éramos antes;
que quede claro que la poesía no sirve
sólo nos delata el cisma y vuela con gracia de ave mortal   
para recordarnos que la muerte nos tiene en espera.

Mientras, podemos transmutar o quedarnos sentados
a contemplar como el mundo se desgaja
minuto a minuto mientras el poeta escribe
con sórdida desfachatez que la poesía no sirve para

remover del espíritu el escombro de antaño.

© Fabiola Morales Gasca