12 de abril de 2020
La llegada sorpresiva de la enfermedad CODIV-19 y el impacto que ha tenido a nivel internacional ha desestabilizado a todos los países del mundo, no importando que tan fuertes económica o militarmente sean. El virus no distingue sexo, creencia, estatus social o económico, incluso el primer ministro de Inglaterra se vio afectado y continúa sobreponiéndose de la enfermedad.
Al tratarse de una enfermedad nueva y sin procedimientos médicos para su tratamiento la ha hecho sumamente peligrosa, ya que en las últimas semanas la tasa de letalidad (el porcentaje de personas que mueren que han sido diagnosticadas con Covid-19) ha aumentado hasta el 6%.
Las recomendaciones a lo largo de estos meses no han cambiado, desde el inicio de la pandemia, el subsecretario de Salud, el Dr. Hugo López-Gatell ha sido persistente en el llamado a que nos resguardemos en nuestras casas, que sólo así podremos evitar que la curva de la epidemia continúe al alza.
El llamado del gobierno federal es simple “quédate en casa”, evitar aglomeraciones, salir sólo para lo necesario, que una persona de la familia salga en búsqueda de víveres, que sólo en caso de que nuestro trabajo sea imprescindible acudir con todas las precauciones necesarias.
Y es que a nivel internacional ya hay más de 110 mil personas que han perdido la vida y con más de 1.8 millones infectados, sólo atendiendo las instrucciones de las autoridades sanitarias podremos aminorar el número de casos en nuestro país que ya se cuentan en miles de enfermos.
La enfermedad decía Hugo López-Gatell, afectará de manera diferente a cada país, de acuerdo con su infraestructura sanitaria, los recursos materiales y humanos del sector salud; sin embargo, hemos visto que países de primer mundo están padeciendo los índices más altos de infección.
La cuestión cultural será un determinante en la fase 3, a la cual estamos próximos a entrar, y es que no es sí llegaremos, sino cuándo llegaremos, la cual podría ser en dos semanas cuando determinen que estamos en esa fase. Circula un video donde una turista evidentemente molesta porque no le permitieron estar en la playa dice “de algo se tiene que morir uno” frase que la escuchamos frecuentemente en México, y es que culturalmente los mexicanos “no le tememos a la muerte” o incluso hay quienes todavía no creen que exista esta enfermedad.
Algo que tenemos en común con los italianos o españoles, que nuestra vida social y familiar es sumamente importante, nos gustan las reuniones, los abrazos y los besos, a diferencia de los anglosajones, quienes culturalmente son más indiferentes a la hora de socializar.
De acuerdo con Google, México es el país en Latinoamérica que menos ha respetado el “quédate en casa” ya que sólo el 35% de lo mexicanos ha permanecido confinado. Esto lo determinó con la movilidad de los celulares que tienen activa la función, si bien no es el 100% de la población, si es una muestra importante.
Si queremos que esto termine lo antes posible, que nuestra economía se vea lo menos afectada, que volvamos a nuestra vida social, debemos atender las indicaciones y si es posible “quédate en casa”, evitemos que los contagios se propaguen y que el sistema de salud pueda darse abasto con las personas que acudan.