En medio de la peste,
del terror,
de los cielos rojos,
de la ruina bursátil,
de la cerrazón supina,
del presagio funesto,
de seísmos históricos,
de apocalipsis cumplido,
de paranoia infundada;
en medio de eso
—y de lo que osen crear,
generar,
magnificar,
enviar
o desear—,
las letras
no cesarán...
no estarán en cuarentena.
