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* Los homicidios de Humberto Rojas, mejor conocido como Doctor Cosquillas, y de Ingrid Escamilla, se convirtieron en noticia mundial que ha levantado indignación generalizada.
La semana pasada pereció en un asalto en Puebla, tratando de defender a una madre y a su hijo, quien en vida llevara por nombre Humberto Rojas, conocido en el medio cultural y altruista como Doctor Cosquillas, pues gran parte de su tiempo lo dedicaba a realizar labor voluntaria a favor de los niños hospitalizados, principalmente de enfermedades terminales.
El Doctor Cosquillas, hacía la pena más ligera a niños hospitalizados a través de risoterapia.
El homicidio de Doctor Cosquillas se volvió noticia viral mundial al momento en que se conocieron las circunstancias y la noble labor a la que se dedicaba.
Medios norteamericanos, rusos, latinoamericanos, entre otros, realizaron notas periodísticas y videos en torno a la vida, obra y muerte de Doctor Cosquillas.
Por otra parte, el pasado domingo en la Ciudad de México fue asesinada, presuntamente por su pareja, la joven poblana Ingrid Escamilla.
El caso se volvió viral debido a la saña con la cual fue asesinada y por la filtración de las condiciones en las cuales quedó el cuerpo de la víctima.
Lo anterior, indignó aún más a una sociedad tan lastimada por la gran cantidad de feminicidios que a diario suceden.
Fue tal la indignación que ayer la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de Jesús Peña Palacios, representante adjunto de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), condenó el asesinato de la joven poblana.
En ambos casos el clamor popular es el mismo: ¡Justicia!
Lamentablemente, en menos de una semana el asesinato de dos poblanos fue noticia mundial.
Staff
